David Santiago Cortés Peña, un ciclista profesional de 23 años, fue la más reciente víctima de la delincuencia, que tiene azotados a los usuarios de bicicletas en Bogotá.
El hecho se presentó el pasado miércoles en horas de la madrugada, cuando el deportista se disponía a empezar una sesión de entrenamiento en los cerros orientales junto a su equipo.
“Yo vivo cerca de Monserrate. En bicicleta me demoro unos 3 o 4 minutos hasta donde me iba encontrar con mi equipo, para salir desde la entrada del Funicular hasta el puente amarillo, por la vía a Choachí (Cundinamarca), para de ahí irnos a entrenar”, le comentó Santiago a Q’HUBO.
El joven, que acostumbra a salir todos los días desde muy temprano para entrenar, tenía programada una jornada junto a varios de sus compañeros y quedaron de encontrarse en la entrada del cerro a las 5:20 a. m. Fue a esa hora cuando estaba llegando al punto de encuentro acordado con sus compañeros, cuando el hampón se le apareció como si se tratara de un espanto.
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“Yo estaba llegando a la carrera 1 con calle 22, en el barrio Bosque Izquierdo (Santa Fe), eso ya es como a tres calles de donde me iba a encontrar con mis compañeros, cuando de un momento a otro me salió el tipo del matorral y se me paró en toda la mitad de la calle. Yo intento esquivarlo, pero el man me dispara con un arma que llevaba, creo que era una aturdidora o de balines. Me disparó en la ceja y luego me empujó de la bicicleta, me tumbó, y ahí fue cuando ese ladrón se me llevó la bicicleta”, agregó el joven denunciante.
Después de este violento ataque, Santiago se levantó y sus compañeros, que estaban llegando al sitio de encuentro, lo auxiliaron y llamaron a la Policía. Junto a los agentes buscaron por los lugares aledaños a su agresor sin tener éxito. El ladrón escapó con la bicicleta que con tanto esfuerzo pagó Santiago y la cual se convirtió en su herramienta de trabajo.
“Por suerte no me dieron incapacidad porque el disparo fue superficial, pero estuvo como a unos tres centímetros del ojo. Lo que más me duele es haber perdido la bicicleta que compré con los ahorros de más de un año, me costó $15 millones, pero después de ponerle varias cositas quedó como en $20 o $23 millones. Hasta mis papás y mi hermana me ayudaron con sus ahorros, y ahora no tengo con qué movilizarme ni con qué ganarme la vida… me dejaron un poco bajoneado”, comentó Santiago a este periódico, resignado por haber perdido su ‘caballito de acero’ de una manera tan infame.
“No se expongan al entrenar”
El joven ciclista hace la siguiente recomendación para que no les pasen lo mismo a otros deportistas que entrenan en los cerros orientales. “Que salgan acompañados, ya sea con amigos o si tienen la posibilidad de pagar una moto escolta o un carro escolta, que lo hagan, pues ahorita la ciudad está súper peligrosa. Esos servicios lo prestan empresas desde $20.000 la hora, y la verdad es mejor pagar eso a que lo roben a uno”, le indicó Santiago a Q’HUBO.
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Esta es la bicicleta robada
La bicicleta que le robaron al deportista está avaluada en $23 millones, es marca Scott, modelo Addict 20, color negro con cintas azules en el manillar y el logo plata. Santiago hace un llamado esperando a que alguien la identifique y se comuniquen en su cuenta de Instagram: @santi.cortes_p, para así recuperar su ‘bici’ y poder practicar ciclismo, que desde hace tres años se convirtió en su sustento y estilo de vida.
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