Estudiantes universitarios se unieron para crear prótesis especializadas para peluditos, con el fin de brindarles una mejor calidad de vida.
En un esfuerzo que combina la ciencia y el corazón, un grupo de estudiantes de la Universidad ECCI está marcando la diferencia con su proyecto “Prótesis Especializadas para Animales (P.E.P.A.)”. Este equipo multidisciplinario, integrado por Laura Yatsury Garzón Roa, Andrés Damek Arias Ballen, Daniel Fernando Rodríguez Forero, Lesly Amariles Castañeda, Anderson Steven Hernández Velandia, Ana María García Torres, Laura Catalina Pulido Garzón, Lina Sofía Penagos Buitrago y Valeria Ortiz, está mejorarando la calidad de vida de los animales con discapacidad
Proporcionando estas prótesis personalizadas que se adaptan a las necesidades específicas de cada animal, se les permite recuperar su movilidad y disfrutar de una vida plena. Además, se busca crear conciencia sobre la tenencia responsable de mascotas y promover la adopción de animales con necesidades especiales.
Lo que distingue a este proyecto es su enfoque multidisciplinario. Al unir fuerzas entre estudiantes de Ingeniería Biomédica y Mecánica, el equipo está explorando un área poco convencional en el campo de la salud animal. Su objetivo es examinar materiales, reducir costos y estandarizar los dispositivos, haciéndolos más accesibles para los animales y sus dueños.
Al colaborar con fundaciones, institutos y universidades, el equipo está creando una red amplia que permite llegar a más animales necesitados en Bogotá y más allá. Muchos de ellos también podrán encontrar un hogar.
La metodología se basa en la evaluación inicial de los pacientes caninos hasta la fabricación y adaptación de las prótesis, cada paso se realiza con el máximo cuidado y atención al detalle. Se emplean técnicas de impresión 3D y materiales biocompatibles para garantizar la funcionalidad y comodidad de las prótesis.
Gracias a esta iniciativa espera que las prótesis mejoren significativamente la calidad de vida de los animales tratados, permitiéndoles moverse con facilidad y reduciendo el riesgo de futuras complicaciones.
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Gracias al arduo trabajo y la dedicación de estos jóvenes estudiantes, muchos animales podrán volver a caminar y disfrutar de una vida plena. Su impacto no solo se sentirá en el presente, sino que sentará las bases para un futuro más compasivo y solidario para todas los peluditos.
Redacción Q’hubo Bogotá + Colaboración IA
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