En una tortura se convirtió el regreso a casa de una familia el pasado domingo, luego de que fuera agredida en una calle del barrio Sosiego, en la localidad de San Cristóbal.

Por si fuera poco, las víctimas resultaron robadas en el momento en que intentaron impedir la agresión por parte de un grupo de vendedores informales.

Como denuncia Carlos, una de las víctimas de este hecho, a la altura de la Carrera 8 con Calle 27 Sur se han venido presentando varios hechos de inseguridad, desorden y delincuencia, debido a que en este sitio se les ha habilitado el cierre de la calle 27 sur para que se los vendedores informales pongan sus puestos de venta de mercancías.

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“Yo estaba llegando a mi casa porque estaba llevando a mi hijo y a un amigo a entrenar. En el carro íbamos mi esposa, mi suegro y yo. Cuando llegué al punto donde están los vendedores, todo empezó a salir mal”, agregó la víctima de este hecho.

Según el relato del conductor, uno de los vendedores le rayó su carro con una varilla mientras desmontaba su chaza, por lo que él se detuvo a ver qué le había pasado a su vehículo.

“Cuando yo me bajo a ver qué había pasado, de una se acercaron dos tipos que de la nada me empezaron a agredir. Estos sujetos parecían tomados, y en ese momento mi hijo salió a ver qué estaba pasándome, y uno de esos sujetos se lanzó a agredirlo”, le relato Carlos a este diario.

Luego de esto, el padre de familia intentó calmar los ánimos de estos atacantes, pero las agresiones de la gente que estaba en la calle empezaron a subir de tono.

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“Yo veía muchas botellas de trago, y de un momento a otro nos terminaron rodeando el carro, en ese momento ya eran 15 tipos y empezaron a pegarle a mi hijo y a mi, hasta que me tiraron al piso y en esas se me cae un arma traumática que tengo legalmente por mi trabajo”, comento el hombre agredido.

Cuando los sujetos ven el arma, intentan robársela a Carlos, pero terminan botándola y así fue como el hombre, que estaba siendo agredido, la recuperó y la guardó antes de que alguien la accionara en contra de su familia.

“Apenas recuperé el arma llegó la Policía, y menos mal, porque si no hubiera sido por ellos, quién sabe qué nos hubiera podido pasar. Los tipos que me agredieron, le dijeron a los agentes que supuestamente me iban a demandar porque les apunté y los amenacé con el arma, cosa que nunca hice”, comentó Carlos.

Mientras fue agredido este hombre, los sujetos aprovecharon para robarles unos celulares y varios objetos de valor, y luego de que llegó la Policía, escaparon con los objetos hurtados. Por si fuera poco, el tipo manifestó que los quería demandar, después de haberlos agredido. Carlos, su hijo y su suegro terminaron con lesiones producto de los golpes.

“Por fortuna no pasó a mayores, pero sí hago un llamado para que regulen a estos supuestos comerciantes informales que me terminaron causando pérdidas de más de $7 millones por todo lo que me robaron y los arreglos de mi carro. Además no es el primer caso, a mi me han dicho que de esta forma ya han robado a varias personas y nadie hace nada”, concluyó la víctima, a quien se le cambió la identidad para proteger su integridad.

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