Dos sujetos a bordo de una moto llegaron a la estación de servicio ubicada en la Av. Primero de Mayo con Carrera 30, en Antonio Nariño, a pocos minutos de la 1:00 p. m. de ayer. Tanto piloto como sicario buscaban a su víctima, a quien vendrían siguiendo desde varias cuadras atrás. Cuando vieron al objetivo de su violento plan, el parrillero del vehículo se bajó, caminó unos pocos pasos, apuntó y disparó directamente a la cabeza de su objetivo. El hombre cayó malherido y falleció prácticamente al instante, ante la mirada de decenas de transeúntes, trabajadores y conductores que a esa hora transitaban por la concurrida zona.
En medio del ataque una mujer, que trabaja en un local ubicado a pocos metros del punto exacto del crimen, resultó herida con el mismo proyectil que le causó la muerte al sujeto de 42 años. Los móviles del crimen aún son materia de investigación.
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Crimen en estación de gasolina
En la víspera del ataque el hoy fallecido, identificado por las autoridades como Alexánder Rodríguez Giraldo, se encontraba realizando diligencias en la estación de servicio donde finalmente sería asesinado. Estando en esas, llegaron los dos delincuentes a bordo de una moto con el único fin de acabar con su vida.
El piloto parqueó a pocos metros de la ubicación de la víctima, el parrillero se bajó y se acercó lo suficiente como para asegurarse, por última vez, que el hombre era la persona que estaba buscando. Acto seguido, la muerte dijo presente y el hombre apretó el gatillo.
Alexander apenas atinó a cubrirse y tras recibir un tiro en la cabeza, cayó sobre el asfalto. El disparo, que fue accionado a quemarropa, tuvo orificio de salida y alcanzó a impactar a una mujer, que por una lamentable casualidad iba pasando por ese punto en el momento exacto del sicariato.

La mujer, quien trabaja en una empresa de mensajería que tiene una sede en la escena del crimen, recibió el disparo en la pierna izquierda. Horas después, fue dada de alta porque la herida no revestía gravedad.
Una vez el criminal logró su cometido, una patrulla que estaba a pocas cuadras reaccionó y se dirigió al punto de donde provenía el sonido de las detonaciones. El cómplice del asesino, que lo esperaba en la moto para emprender la huida, se dio cuenta de la presencia policial y arrancó, dejando solo a su compañero de fechorías. El sicario entonces, revólver en mano, salió a correr y logró escabullirse.
A su llegada, las autoridades confirmaron que el herido todavía presentaba signos vitales y procedieron con el inmediato traslado al Hospital Santa Clara, en donde minutos después de ingresar, falleció.
Los móviles del homicidio permanecen bajo investigación; las autoridades aún no han develado las razones que propiciaron el sangriento ataque. Por ahora, la única versión que se descarta es que el asesinato de Alexander se hubiera dado en un contexto de hurto, dado que la víctima tenía todas sus pertenencias consigo y fue atacada con premeditación.
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