En medio de una de las calles del barrio El Amparo (Kennedy), yacía sin vida, tendido en su silla de ruedas, David Leonardo Obando Jaramillo, después de ser atacado a bala en el barrio en el que vivía y se ganaba la vida.
A plena luz del día, alrededor de las 4:30 p.m. de ayer, se presentó el asesinato de este joven de 24 años, quien llevaba cinco años postrado en una silla de ruedas tras haber sido atacado a bala.
Ayer un despiadado sicario llegó hasta la cuadra donde vivía David y su destino quedó sellado por las balas que acallaron su voz, en la calle 40G Sur con carrera 81H.
Aterrador ataque
David, conocido cariñosamente como ‘Crespo Loco’, salió de su casa, al parecer, para trabajar como lo hacía desde hace varios años. Sin embargo, cuando había recorrido unos pocos metros después de cruzar la puerta de su vivienda, un joven lo abordó por la espalda y le disparó indiscriminadamente.
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“El pelado estaba casi en la esquina de su casa, al parecer alistando las cositas con las que vendía boletas de rifas en la puerta seis de Corabastos, a solo unas cuatro cuadras de acá. De repente, salió un pelado que aprovechó que la cuadra estaba llena a esa hora y se le mandó de una”, comentó una fuente a Q’HUBO.
El asesino aprovechó la condición de discapacidad de David para acercarse sigilosamente, sacar un arma de fuego y dispararle de manera fulminante, quitándole la vida al joven de un certero disparo.
“Dicen que el pelado que mató al ‘Flaco’ salió corriendo con arma en mano, pero la verdad acá nadie dice nada, por eso no se supo por dónde se fue”, agregó un residente del sector.
No pasaron ni dos minutos después del ataque cuando esta bulliciosa y atiborrada calle quedó casi completamente desolada. Alrededor de la silla de ruedas donde permanecía la víctima solo se veían dos mujeres clamando justicia por la muerte de David.
Eran dos familiares del hombre que, tan pronto escucharon los disparos, salieron a ver qué había pasado. El corazón de estas dos mujeres quedó hecho añicos al ver cómo un chorro de sangre salía de la cabeza de David, alertándolas de la desgracia.
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