Una multitud de personas se aglomeró en una esquina del barrio Candelaria la Nueva (Ciudad Bolívar) para observar el cuerpo de un joven tendido a un lado de la vía, después de perder la vida, al parecer en medio de un intento de hurto.
Alrededor de las 11:00 a. m. de ayer, los vecinos de la calle 64 sur con carrera 23 c se asustaron al presenciar un intercambio de disparos en la vía principal de este conocido barrio.
Tiroteo y muerte
“Se dice que el chico al que mataron estaba en una moto con otro tipo, y según cuentan, ambos seguían a un hombre que caminaba por la zona. De repente, el joven se bajó de la moto para supuestamente robarle una cadena al sujeto y ahí se desató el tiroteo en toda la esquina del puente amarillo”, le comentó un vecino a Q’HUBO.
Testigos relataron que, en medio del forcejeo, el hombre abatido supuestamente sacó un arma para intimidar a su víctima, sin sospechar que este último es un militar que se encontraba en su día de descanso.
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“Resulta que el hombre al que iban a robar sacó una pistola cuando vio que supuestamente el ladrón estaba armado. En ese momento el supuesto atracador disparó de una en contra del señor; se notaba que ese tipo estaba asustado. Fue terrible, había mucha gente cerca en ese momento y gracias a Dios nadie resultó herido”, agregó otro residente del sector.
El militar involucrado en el hecho resultó ser un capitán del Ejército, quien, según se informó, disparó dos veces al presunto ladrón: una en el pecho y otra en la parte derecha del abdomen; mientras el presunto ladrón intentó escapar al ver que no pudo cometer el crimen.
“Cuando el tipo de la moto vio que le estaban disparando a su acompañante, arrancó hacia la avenida Villavicencio y logró escapar; su cómplice cayó en el suelo muerto por las heridas. Había muchísima sangre. Dicen que varias personas alcanzaron a ver la pistola que ese tipo tenía, tirada a un lado del suelo”, relató un comerciante del área.
Minutos después del suceso, los agentes de la Policía llegaron al lugar donde el militar los esperaba para dar su declaración sobre los hechos. También se presentó una mujer que afirmaba ser la expareja del hombre, de unos 30 años, que no pudo ser identificado; ella lloraba desconsolada al ver el cuerpo sin vida. Según información extraoficial, el militar involucrado, que portaba los documentos necesarios para tener el arma con la que se defendió, fue detenido en medio de la investigación.
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Aunque inicialmente su actuación pudo considerarse como un caso de legítima defensa, esto está siendo verificado por los agentes del CTI a quienes se les fue asignado este hecho.
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