Ya iniciaron las novenas en cientos de hogares colombianos, en donde la presencia del pesebre ilumina y alegra los espacios familiares durante nueve días.
Más allá de ser una hermosa tradición decorativa, el pesebre encierra una rica simbología que resalta el significado profundo de la Navidad.
El pesebre, con su rica simbología, va más allá de ser una simple decoración; es una representación tangible de la historia que ha cautivado corazones durante siglos. A medida que los colombianos preparan sus hogares para la temporada navideña, el pesebre se erige como un recordatorio conmovedor del verdadero significado de la Navidad: amor, paz y redención.
Exploramos los elementos clave que componen este mágico mosaico de tradición y fe, y se lo explicamos a continuación.
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El niño Jesús
En el centro del pesebre yace el Niño Jesús, simbolizando el regalo divino de amor y esperanza que trajo consigo la Navidad. Su presencia recuerda la humildad y la sencillez que marcaron el nacimiento de Jesús en un establo en Belén.
María y José
La Virgen María y San José representan la devoción, la fe y el amor incondicional. Su papel como padres terrenales del Niño Jesús refleja la importancia de la familia en la celebración navideña.
Los reyes magos
Los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, simbolizan la adoración y la búsqueda de la verdad. Sus regalos de oro, incienso y mirra representan la generosidad, la espiritualidad y el sacrificio, respectivamente.
Lo pastores
Los pastores, presentes en el relato bíblico del nacimiento de Jesús, personifican la humildad y la aceptación. Su presencia destaca la universalidad del mensaje de esperanza, llegando a personas de todas las clases sociales.
Los Ángeles
Los ángeles, con sus alas desplegadas, simbolizan la presencia divina y la paz que anunciaron a los pastores la llegada del Salvador. Representan la conexión celestial con el mundo terrenal.
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Los animales en el establo
El establo humilde y los animales presentes, como buey y mula, simbolizan la sencillez y la pureza del entorno en el que nació Jesús. Refuerzan la idea de que la redención y el amor divino pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
La estrella de belén
La estrella que guía a los Reyes Magos hasta el lugar del nacimiento de Jesús representa la luz divina y la guía espiritual. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la luz divina pueden prevalecer.
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