Hacia las 11 de la mañana de este miércoles arrancaron las protestas por parte de los indígenas de la comunidad Embera en el centro de la capital, en la cual participaron cerca de 200 personas. Sin embargo, lo que parecía ser una manifestación tranquila, acabó convirtiéndose en una batalla campal.
Cuando el reloj marcaba las 2 de la tarde, este grupo de personas se tomó las instalaciones del antiguo edificio de Avianca y bloquearon todas las entradas, lo que dejó a 200 personas atrapadas dentro de la propiedad durante varias horas.
Por si fuera poco, comenzó una brutal agresión hacia los gestores de convivencia y los uniformados que se movilizaban y trataban de controlar la protesta, que ya a las 3 de la tarde estaba caliente.
La situación pudo ser controlada pasadas las 6 de la tarde y a través de una rueda de prensa, la alcaldía y la Policía Metropolitana dieron el balance de lo ocurrido: un total de 24 personas resultaron heridas.
Entre las víctimas se encuentran 14 policías, 7 gestores de convivencia y 5 civiles heridos. Todos fueron trasladados a centros asistenciales y hasta el momento su pronóstico es reservado.
“Es inaceptable la violencia en contra de los gestores de la alcaldía. Desde las 8:30 a.m. estábamos en una mesa de diálogo con la comunidad Emberá. Ante los hechos de violencia intervino la fuerza pública. Es evidente que hubo instrumentalización de menores de edad en estos hechos de violencia. Varios miembros de la comunidad Emberá agredieron a policías, agredieron gestores, civiles y realizaron actos vandálicos en contra de comercios de la zona”, afirmó el secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez Ángel.
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