La Aeronáutica Civil presentó un informe en donde reveló cuál fue la falla del avión que ocasionó el accidente y provocó que los hermanos Mucutuy se perdieran en una selva del Guaviare. Además, cuenta la travesía que tuvieron que atravesar los menores para sobrevivir.
Miguel Camacho, el director investigador de accidentes de la Aeronáutica Civil, entregó un informe con nuevos detalles del rescate de los niños Lesly Mucutuy, Soleiny Mucutuy, Tien Noriel Ronoque Mucutuy y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, quienes estuvieron perdidos durante 39 días en las selvas del Guaviare.
En el escrito se informa que la aeronave Cessna U206G, que transportaba a siete ocupantes, incluyendo a los cuatro hermanos, sufrió una falla en el motor, lo que obligó al piloto a descender en la densa selva del área de Solano y ocasionó la muerte de los 3 adultos.
“Como causa probable del evento se encontró la falla del motor, ocasionada por la fractura del pistón No. 5, lo cual generó la pérdida de potencia, que impidió que la aeronave continuara en vuelo, obligando al piloto a realizar el aterrizaje”, señaló la Aerocivil.
Dentro del escrito, también se conoció la entrevista a Lesly Mucutuy, la niña de 14 años que se encargó de salvar a todos sus hermanitos. Allí la menor cuenta que luego del accidente, ella despertó y se sentía muy débil, pues tenía una gran herida en su cabeza. Lo primero que hizo fue curarla con unas gasas que encontró en el kit de primeros auxilios y alguna ropa que estaba en el avión.
Posteriormente, alzó al pequeño de 11 meses, quien estaba siendo aplastado por su madre, pues esta yacía sin vida encima de él. Luego sacó a los demás pequeños del avión destruido y permanecieron por 2 días cerca de la nave, alimentándose de las provisiones que encontraron en el avión.
Durante varios días, la niña dirigió a sus hermanos dentro de la selva, arrastrándose y caminando sobre las rodillas mientras cargaba al bebé, ya que en medio del accidente sufrió una lesión en su pierna izquierda, lo que le impedía caminar. Fue así como llegaron al río Apaporis para buscar agua y alimentos.
Al poco tiempo, la menor decidió adentrarse en la selva para encontrar alguna población o ayuda, sin embargo, sin darse cuenta, terminó regresando al lugar del accidente. Allí detuvo su marcha al encontrar un folleto que les pedía que se mantuvieran en un solo lugar para poder hallarlos.
Durante estos días, aunque los menores probaron el pescado crudo, decidieron no seguir comiéndolo porque no les gustaba su sabor, hecho que los llevó a alimentarse de las semillas conocidas como mil pesos y del agua que encontraron en el río. Esto lo hicieron hasta que el grupo de indígenas y el equipo de rescate por fin los encontró.
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