El hombre estadounidense que fue capturado este viernes, negociaba con un proxeneta de Medellín. Estos son los chats que revelan cómo pretendía abusar de niñas entre los 10 y 12 años de edad.
Con las maletas empacadas y el pasaporte en la mano dejaron las autoridades al químico farmacéutico Stefan Andrés Correa, de 42 años, luego de que lo capturaran en el Aeropuerto Internacional de Miami cuando se disponía a viajar a Medellín, al parecer, a abusar sexualmente de cuatro niñas de entre 10 y 12 años, según quedó en evidencia luego de que le siguieran la pista un tiempo.
Según el reporte preliminar del caso, el extranjero le habría pagado a un proxeneta de Medellín $300.000 por explotar a las menores de edad y habría prometido darles a las víctimas un iPhone de “los viejitos”.
Así lo confirmaron las autoridades, luego de capturar al hombre el pasado viernes, cuando se disponía a abordar el vuelo que lo iba a traer a la ciudad, con una escala en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá. En medio del procedimiento de las autoridades estadounidenses, le incautaron nueve celulares en los que encontraron unas conversaciones en las cuales ya habría negociado por explotar sexualmente a las menores de edad.
Aberrantes conversaciones
Entre los diálogos, que dio a conocer La W, el extranjero daba cuenta de cómo buscaba a las víctimas. “Ya sabes mi gusto, flaquita. ¿Cuántos años tiene y cuándo es su cumpleaños?”, dice en uno de los diálogos, en los que daría a entender que los contactos no son nuevos y que habría otros antecedentes de casos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en los que Correa estaría implicado.
Adicionalmente, en estos diálogos se hacen exigencias como que se trate de evitar que la víctima muestre alguna reacción emocional o física en caso de no querer acceder a este tipo de aberraciones.
“No quiero que ella diga no o hasta donde puedes llegar. Ella necesita que yo disfrute sin marcha atrás, aunque le duela...”, dice otro de los fragmentos de los diálogos entre el traficante sexual y este extranjero, quien entre 2022 y 2024 vino 45 veces a Colombia, según los registros migratorios.
Además, en estos diálogos prometía que si sus víctimas accedían a todas sus pretensiones sexuales sin inconvenientes, además de los $300.000 prometidos, les iba a dar un iPhone 7 (teléfono del 2016) u 8 (lanzado en el 2017). La mayor oferta de teléfonos pasaba por un XS Max (que se vende desde 2018).
Material pornográfico
Las investigaciones contra este químico farmacéutico dieron cuenta de que, además de los contactos para viajar constantemente a Medellín para cometer estos delitos sexuales, también se encargaría de grabar a sus víctimas para posteriormente difundir sus videos a través de conversaciones en redes sociales, lo que agravaría su situación legal por el delito de pornografía infantil.
En medio de la investigación se le conocieron chats en los que habría hecho difusión de material sexual que involucraría a niñas que no superarían los 12 años, tanto a las cuales habría accedido sexualmente como las que serían afectadas por otras personas conocidas por él.
Ante esta captura, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, aseguró que esta sería la primera captura desde que el pasado 10 de abril lanzó una “promesa” con la que aseguraba que “ni al avión se van a poder subir quienes tengan la idea de venir a Colombia a abusar de nuestros menores”.
Y luego de conocer la captura de este extranjero, el noveno de este año por delitos sexuales y el octavo que sigue capturado, el mandatario aseguró que este resultado se da por el trabajo articulado de la Alcaldía de Medellín, la Embajada de Estados Unidos en Colombia y la Policía Nacional “en la lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes” (Escnna).
Aunque si bien los hechos están vinculados con Colombia, inicialmente Correa será procesado ante una corte en Florida por los delitos de abuso sexual de menores y pornografía infantil, que para ese país darían una condena de entre 18 años de prisión y la cadena perpetua, según lo estime el juez.
Pero esto solo es un eslabón de la cadena de delitos sexuales contra menores de edad que se pretende combatir en Medellín desde varios frentes, como son la campaña “Ni lo intentes, es un delito” y los constantes operativos que se vienen realizando por toda la ciudad, principalmente en las zonas con mayor presencia de turistas, como las comunas 11 (Laureles-Estadio) y 14 (El Poblado).
No obstante, las autoridades temen que lo sucedido la semana pasada con un ciudadano chino, capturado y dejado en libertad dos días después, eche al traste todos los esfuerzos.
¿Libertad de chino sentará precedente?
Este caso se da poco después de conocerse la libertad del ciudadano chino Zhan Liu, de 42 años, capturado el pasado miércoles dentro de un conjunto residencial del barrio Los Naranjos, comuna 14 (El Poblado), sentaría un precedente para el accionar de las bandas delincuenciales, toda vez que esta se obtuvo por el argumento de que la víctima presentó una cédula de ciudadanía falsificada.
“Hacemos un llamado a la justicia para que el exceso de garantías no les permita a estos desgraciados burlarse de las autoridades y de la justicia. No puede ser que una persona señalada de abuso sexual se venga a excusarse con que una menor de 14 años le presenta una cédula falsa y que esto sea suficiente”, manifestó el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía.
Para algunos expertos en temas de Seguridad, como Luis Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo (Corpades), esta decisión les puede abrir la puerta a las organizaciones criminales para que, con el uso de las cédulas falsas, se pretenda evadir el accionar de las autoridades en el control contra la explotación sexual de menores.
Pero esto se podría convertir en un arma de doble filo para las organizaciones criminales y los extranjeros que vayan a cometer estos delitos sexuales, toda vez que la ley los puede sancionar, aún con la excusa utilizada en el caso de este chino.
El abogado Iván Durango manifestó que “esta situación no exonera legalmente a una persona del delito contra menores. Si bien esto puede servirle a la defensa, no es prueba suficiente para eludir tamaña responsabilidad como es cometer estos actos”.
Redacción Colprensa.
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