En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer, y teniendo en cuenta los constantes casos de feminicidios y violencias basadas en género que se han presentado en Colombia, en Q’HUBO hablamos con dos expertas para entender el comportamiento de los potenciales agresores y cómo las mujeres víctimas pueden reconocerlos y salvar su vida.
El panorama de violencia contra la mujer es cada vez peor en Colombia, los constantes feminicidios son la máxima prueba de una sociedad en detrimento que está normalizando las agresiones basadas en género.
Según cifras de la Procuraduría, para enero de 2024 se registraron al menos 21 víctimas de feminicidio, de las cuales 11 fueron presuntamente asesinadas por su pareja o expareja sentimental. El informe destaca que la mayoría de estos crímenes se cometieron con arma blanca o cortopunzante, demostrando la sevicia con la que un agresor puede llegar a actuar.
Y es que en muchas ocasiones el enamoramiento, gusto y hasta los problemas de autoestima le impiden a las mujeres ver las señales que las alertan sobre un potencial agresor. A pesar de que estos avisos pueden ser evidentes para los allegados de la víctima, para la mujer que está dentro de la relación no es tan fácil reconocerlos. Es por esto, que desde Q’HUBO hablamos con dos psicólogas clínicas que explicaron cómo se puede reconocer si la pareja es un feminicida en potencia.
Perfil psicológico de un agresor
Celos posesivos
De acuerdo con la psicóloga especialista en clínica, Karina Cifuentes, un factor clave para reconocer a un hombre agresor es la celopatía, rasgo que provoca que el sujeto piense constantemente que su pareja le está siendo infiel, esto lo lleva a querer controlar todos los aspectos de su vida y a alejarla de todo su círculo social.
Cifuentes afirma que son celos posesivos y una mujer los puede identificar con frases como: “No me gusta que te tomes esas fotos”; “eres mía y de nadie más”; “yo quiero que te vistas de cierta manera”.
Agresiones progresivas
Según la experta, los agresores al principio tratan muy bien a sus víctimas y les brindan todo lo que ellas creen que necesitan; sin embargo, cuando ya logran manipular a su pareja, supliendo dicha necesidad en un estado de vulnerabilidad, llega el momento perfecto para iniciar con las agresiones, las cuales van siendo mucho más violentas con el pasar del tiempo.
“Ellos saben en qué momento llega la agresión física y es cuando ya tienen a su pareja dependiendo emocionalmente, económicamente y sexualmente. Ahí inician las agresiones físicas que pueden empezar bien sea con una bofetada, un empujón, o simplemente con un ‘no sirves para nada'”, aseguró Cifuentes.
De luna de miel a agresiones
Por su parte, la psicóloga Sandra Cuellar dice que los agresores hacen que sus víctimas dependan de ellos. Esto lo logran brindando momentos felices y llenos de amor después de cometer cualquier tipo de agresión, lo que genera que la autoestima de las mujeres decaiga a tal punto en el que sienten que ya no pueden vivir sin él o no se reconocen a sí mismas.
“Hay un momento donde hay violencia y luego se ejerce una ‘luna de miel’, ahí vuelve a tratar de recuperar a su pareja o a la persona a la que le está infligiendo daño y entonces ellas quedan con la sensación de que va a cambiar o que de pronto ya se está dando cuenta, pero el ciclo se repite una y otra vez”, dijo Cuellar.
Falta de empatía
Las expertas afirman que los feminicidas tienen un factor en común y es que son narcisistas, por lo que no tienen empatía, no sienten culpa y tampoco se responsabilizan de sus actos; esto trae como consecuencia que siempre traten de culpar a sus parejas diciendo cosas como: “Mira lo que me hiciste hacer”; “Yo no quería, pero tú me obligaste”.
Consejo a las mujeres víctimas de violencia
Aunque no es fácil salir de esta situación, Cuellar aconseja a las mujeres no normalizar las agresiones ni verlas como actos de amor.
“No lo normalicemos. Por ningún motivo es coherente o va en línea con el amor el maltrato, eso es algo contrario, es completamente incoherente respecto a lo que significa el amor, que es protección, cuidado apoyo, respeto”, indicó Cuellar
Por su parte, Cifuentes dice que es necesario soltar la dependencia y vencer el miedo.
“Lo importante es tomar la decisión de pedir ayuda, de liberarse e iniciar una nueva vida lejos de esa persona. Es el miedo el que se apodera de las mujeres porque están siendo manipuladas, ellos dicen: ‘que si se va yo la mato’, ‘si se va con tal soy capaz de lo peor porque yo la amo y sin ti no puedo vivir’. Esa persona no te ama porque si te amara no te haría sentir triste”.
Llamado a las autoridades
El llamado a las autoridades por parte de las especialistas de salud mental es a que se cumplan las condenas y se escuchen las denuncias, pues el perfil de un agresor tiene antecedentes determinantes que proporcionan las señales para identificar el próximo paso del sujeto, el cual muy probablemente sea, asesinar.
“Es un perfil ya muy determinado donde efectivamente es muy probable que siga ejerciendo la violencia en sus diferentes modalidades. No hay que tener ningún tipo de consideración o flexibilidad. No se puede permitir que sigan sin tener algún castigo o responsabilidad social respecto a esto. Creo que nos falta más atención y más disciplina respecto a la aplicación de las leyes y normas para estas personas que son maltratadoras”, puntualizó Cuellar.
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Rutas de ayuda y herramientas
En caso de que una mujer este siendo víctima de cualquier tipo de violencia, puede comunicarse a la Línea Púrpura Distrital 01 8000 112 137 o escribir al WhatsApp al 300 755 18 46, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. En esta línea podrá recibir orientación para proteger su vida.
Asimismo, la Secretaría de la Mujer también brinda asesoría sociojurídica en las URI: Puente Aranda, Kennedy, Engativá, Bosa (Campo Verde) y Ciudad Bolívar, de lunes a viernes, de 8 a.m. a 5 p.m.
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