O.J. Simpson, la exestrella del fútbol americano de la NFL cuya absolución en 1995 en el llamado “juicio del siglo”, por los brutales asesinatos de su exesposa y un amigo de ella, conmovió al mundo, murió a los 76 años, anunció este jueves su familia.
“El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer”, escribió su familia en la red social X.
O.J. Simpson era considerado un dios en Estados Unidos y su fama no cayó al colgar los botines y adentrarse en el mundo del entretenimiento. Pero el asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y de un amigo, Ron Goldman, lo bajaron del olimpo y lo llevaron al banco de los acusados en 1994 en el llamado “juicio del siglo”.
El jurado lo declaró inocente, aunque luego en una corte civil fuera hallado culpable y obligado a pagar 33,5 millones de dólares en daños, una cuenta que nunca finiquitó.
Simpson no pudo evitar las rejas cuando en 2007 fue arrestado en Las Vegas por secuestrar y robar a mano armada a dos coleccionistas de objetos deportivos. Pasó nueve años en prisión y recuperó la libertad en 2017.
O.J. fue uno de los mejores corredores de la historia de la NFL. El primero en llegar 2.000 yardas corridas en una temporada, anotando 12 touchdowns con el equipo de los Bills de Buffalo. También jugó con el equipo de los San Francisco 49ers. A lo largo de su carrera logró 19.236 yardas terrestres, convirtiéndose en el segundo corredor de todos los tiempos. Esos números le permitieron llegar al Salón de la Fama de la NFL en 1985.
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Simpson, además, se destacó como actor, incluso creó su propia productora, Orenthal Productions. Fue también presentador de televisión y comentarista deportivo.
Redacción AFP
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