El fuerte olor que venía de una de las habitaciones del edificio que funciona como pagadiario alertó a la administradora, el hedor le indicaba que algo anormal estaba sucediendo.
Después de rastrear el olor por los pisos del lugar se dio cuenta que el insoportable olor estaba saliendo de una habitación que tenía arrendada en el cuarto piso del edificio, ubicado en la Calle 11 con Carrera 20.
Tras varios llamados sin respuesta, la mujer decidió, con varias personas más, que entrarían a verificar qué estaba pasando al interior de la pieza y cuál era la razón del olor que de allí se desprendía.
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Lo que varios de los presentes sospechaban en silencio, al abrir la puerta se convirtió en una perturbadora realidad: la personas que dormía en dicha habitación, un hombre de 74 años, yacía sin vida, recostado en la cama y con signos tempranos de descomposición. El occiso fue identificado como José Alberto Prieto.
Acto seguido dieron inmediato aviso a los uniformados del CAI de Ricaurte quienes llegaron al punto y ante lo innegable procedieron a dar aviso al equipo de criminalística para que se apersonaran del proceso de levantamiento del cuerpo.
Varios inquilinos del lugar manifestaron que la última vez que vieron con vida al señor Prieto fue el pasado lunes 20 de febrero en horas de la mañana, luego de esto le perdieron el rastro. Al parecer el hombre falleció ese día.
El cuerpo no presentaba signos de violencia y la hipótesis principal que manejan las autoridades responde a una posible muerte por causas naturales.
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