El estruendo de los disparos que acabaron con la vida del joven Didier en el barrio Bilbao (Suba), sembraron miedo y terror entre los residentes de este sector del noroccidente de la capital.
Según relatan los testigos, en el momento de los hechos la víctima, identificada como Didier José Przybylkowski Arrieta, se encontraba junto a otro joven a pocas cuadras del parque de La Virgen, lugar que, dicen los habitantes, visitaba con frecuencia.
“La gente ha comentado que parece que le dispararon a un muchacho, pero ya sabe cómo es aquí, nadie dice nada y eso lo hace un poco peligroso. Se sabe qué ocurrió en la madrugada porque se escucharon alrededor de cuatro disparos”, le relató un vecino a Q’HUBO.
Didier fue abordado a la altura de la Calle 143 con Carrera 150C por dos individuos, quienes, indiscriminadamente, lo atacaron en tres ocasiones.
Q’HUBO pudo confirmar que el joven asesinado tenía de 28 años y había nacido en Barranquilla, pero llevaba al menos tres años radicado en la ciudad de Bogotá y desde entonces vivía en el mismo barrio en el que lo asesinaron.
“Dicen que apenas le dispararon al muchacho, lo subieron a un taxi con el fin de salvarle la vida, pues el joven que lo acompañaba fue quien pidió ayuda. Era alrededor de la 1:00 a.m.”, comentó otro residente.
Al llegar al centro hospitalario, los familiares del joven llegaron rápidamente para saber qué le había pasado, puesto que la víctima se habría visto con un familiar cercano momentos antes de su ataque. Sin embargo, tras luchar contra la muerte durante varias horas, a las 6 de la mañana el joven falleció a causa de los tres disparos que impactaron su cabeza, cuello y pecho.
“El muchacho que mataron vivía por aquí. Todo es muy extraño, nadie quiere hablar sobre cómo lo mataron o por qué. Se nota que los residentes están asustados, seguro que saben algo. Lo más extraño es que antes de los disparos se escuchaba música y de repente todo quedó en silencio. Hoy aún se siente el miedo en el barrio y el silencio aún permanece en el barrio”, agregó un comerciante del barrio.
‘Gasparín’ o ‘El loquito’, como cariñosamente lo llamaban sus allegados, llevaba al parecer seis meses viviendo en situación de calle y se ganaba la vida como vendedor ambulante.
Según versión de las autoridades, este crimen estaría relacionado con un ajuste de cuentas por control territorial y hasta el cierre de esta edición no han podido dar con el paradero de los responsables del crimen.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
