Cuando Diego Andrés Rodríguez Isaza se fumaba un cigarrillo en la puerta de bar que administraba, fue atacado por un sujeto que le disparó en el pecho.
Consternados por el asesinato de Diego Andrés Rodríguez Isaza se encuentran los vecinos del barrio San Vicente Ferrer, en la localidad de Tunjuelito.
El joven de 31 años, que trabajaba como administrador de un bar en la carrera 25 con calle 55A sur, fue baleado la noche del domingo, cuando se encontraba en compañía de otro sujeto.
Bala a la entrada del bar
La víctima de este crimen llegó, como todos los fines de semana, a trabajar al bar donde se ganaba su sustento, con el cual mantenía a su mujer y a sus dos pequeños hijos, que hoy lloran la inesperada partida de su padre.
“Eso pasó como a las 9:00 p. m. en el bar La Jirafa, que queda en una esquina. El muchacho era buena gente y no tenía problemas con nadie durante el poco tiempo que llevaba trabajando por este lado”, comentó un residente del sector a Q’HUBO.
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Al parecer, minutos antes de la muerte de Diego un familiar suyo llegó al local. Luego de varios minutos de una tranquila y entretenida charla con Diego, salieron juntos a la puerta del establecimiento comercial para fumarse un cigarrillo.
Muy cerca de este sitio se encontraban dos sujetos en una motocicleta, quienes estaban esperando el momento exacto en que Diego saliera para atacarlo a bala despiadadamente.
Al ver al joven desprevenido, los pillos que estaban en la motocicleta se acercaron a su objetivo y fue en ese momento que el copiloto de la moto se bajó, sacó su arma de fuego y mirando fijamente a su objetivo, accionó su revólver en una oportunidad, hiriendo a Diego en el pecho y ante la aterrada mirada del acompañante de la víctima, quien observó cómo el sicario se subió al vehículo de dos ruedas y escapó entre los oscuros callejones.
Acto seguido, los pocos testigos que presenciaron el atentado sicarial llamaron a varias ambulancias para intentar salvarle la vida a este muchacho, que agonizaba tirado en una acera.
Diego, quien también se ganaba la vida como barbero, fue trasladado a un centro asistencial, donde falleció desangrado minutos después de ingresar a sala de urgencias, producto de la herida mortal que comprometió su órgano vital.
“Momentos después de esclarecer la identidad de este sujeto, nos encontramos que presentaba antecedentes por hurto agravado; además, un familiar nos expresa que este hombre cuando estaba recluido en un centro penitenciario, fue víctima de amenazas al interior de la cárcel donde purgaba su condena”, comunicó el teniente coronel Carlos Antonio Ardila, oficial de Inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Al parecer, el homicidio de este sujeto estaría relacionado con las amenazas de las cuales fue víctima, pero hasta el momento las autoridades se encuentran realizando la investigación exhaustiva para comprobarlo.
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