Los bares y demás establecimientos comerciales del sector de Engativá centro (en Engativá), pasadas las 12 de la noche de ayer estaban en el furor de la rumba: la gente conversaba,
bailaba, comía y disfrutaba en tranquilidad ya entrada la madrugada.

Todo transcurría con la normalidad festiva de una noche de fin de semana. Repentinamente, hacia las dos de la mañana, entre el ruido de la calle y el alto volumen de la música, sonaron disparos y nadie se enteró. Cada quién seguía en lo suyo y no fue hasta que los gritos y la
angustia de los testigos más cercanos, cambiaron la atmósfera. La música se apagó, en los bares anunciaron lo que había sucedido y la gente empezó a salir de los locales.

Rápidamente la calle se transformó en una muchedumbre confundida que intentaba averiguar qué acababa de pasar. Los hechos:

Versiones de los vecinos coinciden en que se escucharon 5 disparos. El ataque ocurrió en la mitad de la calle, en donde se encuentra la Carrera 121 con la Calle 63L. La mancha que dejó la sangre de una de las víctimas así lo confirma. Una vez los sicarios halaron el gatillo y se escucharon los tiros, aprovecharon el ajetreo de la multitud asustada que buscaba refugio de lo que se pensaba podía convertirse en una balacera, y huyeron.

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Uno de los hombres atacados, que no ha sido plenamente identificado, recibió un disparo mortal en la cabeza y murió en el lugar. El segundo hombre, identificado como Gregorio José
Perozo Castro, ciudadano venezolano de 24 años, fue herido con tres impactos de bala en el
abdomen, el tórax y la oreja derecha respectivamente. La gente agolpada en la escena del crimen alertó a las autoridades de lo ocurrido y le brindó oportuna ayuda a Gregorio José, que
alcanzó a ser trasladado al hospital de Engativá.

Pese a los esfuerzos médicos y ciudadanos, horas después falleció en el centro hospitalario de la localidad. Inseguridad al límite La ciudadanía exige mayores esfuerzos para prevenir estos lamentables hechos, que dicho sea de paso, son cada vez más frecuentes y más normalizados por la comunidad: “uno escucha que ayer mataron a dos, que hoy mataron a uno, y nunca pasa nada.

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Nadie sabe nada y nadie vio nada. La gente ya está acostumbrada a que esta ciudad es así”
le dijo a QHUBO una vecina del sector que se declara “mamada” de la situación de inseguridad que vive a diario

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