En una trágica pesadilla se convirtió el paseo que tanto había esperado y planeado el joven de 26 años Manuel Andrés Bohórquez Arango, un muchacho humilde que viajó desde el barrio Venecia (Tunjuelito) hasta la ciudad de Alicante, en España, y donde, de manera trágica, perdió al vida el pasado domingo en aquella ciudad.
Los restos de Andrés siguen en tierras extranjeras ya que, y además de atravesar el dolor más grande, los padres del joven no han podido repatriar el cuerpo a causa de la cantidad de trámites y en particular los elevados costos que supone este complicado trámite. Mientras intentan superar el trauma ocasionado por tan fatal pérdida, esta familia pide la solidaridad de la gente para poder sepultar a este joven en su natal Bogotá.
Un viaje lleno de ilusiones
El pasado 18 de mayo, Manuel Andrés y un amigo cercano se embarcaron en la aventura que tanto habían soñado durante muchos años: conocer otro país. Pero además de esta ilusión, él estaba emocionado por ver a su novia, quien se había ido a España en semanas anteriores para buscar mejor vida.
Q’HUBO acompañó ayer a la familia de Andrés ayer, donde nos contaron el drama en el que se convirtió este paseo: “mi hijo estaba trabajando conmigo, duró mucho tiempo ahorrando dinero porque su sueño era conocer otros países y como todo joven, ilusionado con salir del país. La novia actual se fue hace unos meses y fue su oportunidad de conocer y visitarla a ella. Llevaban ya 13 días de viaje cuando supimos de esta tragedia”, contó Manuel Bohórquez, padre del joven fallecido.
Dramática desaparición de Mauricio Andrés en España…
Con una llamada en video, Mauricio Andrés se reportaba a diario con su mamá. Cada día le hablaba a ella para contarle lo que iba hacer. El domingo muy temprano “él habló con la mamá y le dijo que se iban a ir a un lago, un mirador para pasar la tarde. Se fue con su novia y el amigo pero no volvió a llamar. Nosotros ya en la noche nos preocupamos porque él siempre contestaba.
Al final la novia nos devolvió la llamada; estaba llorando, no podía decir palabra, solo pronunciaba que lo sentía, que lo sentía. Ahí nos dijeron que se habían metido al lago el amigo y Andrés. Su amigo casi se ahoga pero logró salir. Luego él intentó sacarlo pero no lo logró”, añadió ayer el dolido padre.
Un grupo de búsqueda y rescate de la ciudad estuvo esa tarde buscando a Andrés. Buscaron hasta las 10:30 de la noche, hora en que se fue la luz del día en esa ciudad. La angustia duró alrededor de doce horas, pues sobre las 11 de la mañana encontraron el cuerpo sin vida del muchacho.
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“Es increíble que haya pasado, todavía no hemos podido asimilarlo. Mi hijo y yo trabajamos juntos haciendo arreglos y diseñando espacios y decoraciones, ahora uno con qué ganas sigue adelante”, contó, frustrado, el padre de Mauricio Andrés.
El muchacho dejó un hijo de 10 años. “Quedó huérfano, es una noticia muy dolorosa”, cerró el padre antes de derramarse en extensas lágrimas de tristeza.
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