Con las últimas fuerzas que le quedaban, Élver Esquivel González caminaba agonizante por la calle 40 sur con carrera 86D bis en busca de ayuda tras recibir varias puñaladas, segundos antes de perder la vida en la madrugada de ayer.
“Eran como las 4:20 a. m. cuando llegó el muchacho a esta cuadra. Los que lo vieron dicen que venía tambaleándose de un lado a otro y se agarraba el pecho con una expresión de dolor y desesperación, la misma que no se borra de la mente de quienes pudieron presenciar eso. El muchacho se tocaba las heridas que le habían dado; dicen que fueron tres”, relató un vecino del barrio Barranquillita (Kennedy), lugar donde ocurrió este hecho violento.
Élver, de aproximadamente 28 años, al parecer había salido de su vivienda rumbo a su lugar de trabajo, puesto que, como mencionan los habitantes del sector, llevaba puesto su uniforme de labores: una chaqueta, pantalón y camisa azul, con una corbata y cinturón de color gris.
“Todo fue muy extraño, porque nadie escuchó nada. Ya cuando el joven estaba a mitad de la calle, empezó a intentar gritar, pero no le salían las palabras, así de mal estaba. El joven tenía el carné de la empresa de vigilancia para la que trabajaba y llevaba un bolso, que estaba abierto. Al rato, dijeron que lo habían robado a unas cuadras cerca de acá. Pobre joven, porque se veía muy sano”, relató un residente de la zona a Q’HUBO.
Cuando los pocos vecinos que estaban en el sector se percataron de que Elver estaba sangrando y fueron a ayudarlo, el joven ya se había sentado en el andén, donde falleció instantáneamente.
De inmediato, los residentes de la zona dieron aviso a las autoridades, las cuales se dirigieron hasta el lugar para iniciar la investigación y dar con el paradero de los responsables de este vil asesinato.
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