Una pareja de amigos se encontraba departiendo la noche del domingo en un establecimiento ubicado en el barrio Juan José Rondón en la localidad de Ciudad Bolívar. Todo transcurría sin problemas hasta que, cerca de las 10 de la noche, tras tomarse unos tragos, los amigos cambiaron de destino.

El hombre de 33 años le propuso a su amiga que fueran hasta otro barrio de la localidad, el San Francisco, en donde la semana anterior había tenido una riña con otras personas y tenía que ir a solucionar los problemas. Dicho y hecho, la pareja de amigos llegó al lugar donde hacía 8 días se había presentado la discusión y, sin vacilaciones, 4 hombres que salieron de una casa se les fueron encima. El hombre falleció luego de recibir 10 puñaladas.

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Los hechos…

Faltaban 10 minutos para que el reloj marcara las 11 de la noche del domingo. Luego de salir del local donde departían en el barrio J.J. Rondón, la pareja llegó hasta inmediaciones de la Calle 67 Sur con Carrera 22, barrio San Francisco. Dicen las autoridades que la pareja de amigos llegó en una motocicleta al lugar y al notar su presencia, casi que de inmediato, de una vivienda del sector salieron 4 sujetos.

La riña que habían tenido días atrás había dejado heridas abiertas, todos los implicados estaban buscando la manera de saldar cuentas. Y así fue: no alcanzaron ni a bajarse de la motocicleta y los 4 hombres se les fueron encima. “¿Ahora no me conoce?”, le dijo uno de los hombres que emprendieron el ataque al conductor de la motocicleta; acto seguido John Henry Rojas Ortiz cayó al suelo ante la mirada impotente de su amiga que, a pesar de intentar detener el ataque, nada pudo hacer. Los hombres lo atacaron y en el momento en que se hallaba en el piso sin defensas, inerme ante sus oponentes, recibió un brutal ataque ocasionado por la gavilla enceguecida de odio.

Los 4 sujetos se le fueron encima y en cuestión de minutos lo dejaron debatiéndose entre la vida y la muerte. La saña fue evidente: los atacantes le propinaron 10 puñaladas, 8 por la espalda, otra en la región torácica y, hambrientos de sangre, otra mortal herida en el cuello. El hombre quedó desangrándose mientras veía huir a sus verdugos al tiempo que varios vecinos que atestiguaron la barbarie llamaban a la policía.

Cuando las autoridades llegaron al lugar de los hechos se encontraron con el cuerpo herido del hombre de 33 años. De inmediato fue trasladado al hospital de Meissen en donde al poco tiempo de ser ingresado y pese al esfuerzo médico, falleció.

Mientras tanto, cerca del lugar de los hechos, dos personas sospechosas de haber cometido la salvaje agresión fueron capturadas por la policía y luego de que testigos del hecho los reconocieran plenamente quedaron en calidad de capturados por su responsabilidad en el hecho. Los dos hombres de 19 y 32 años, recicladores del sector, fueron trasladados a la URI de Molinos y quedaron a disposición de las autoridades pertinentes.

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