Un sicario acabó con la vida de Kevin el pasado 16 de abril en la localidad de Rafael Uribe Uribe, justo cuando el joven salía de su casa. Familia exige que se esclarezcan los hechos.
El pasado 16 de abril la vida de la familia de Kevin Agudelo López (28 años) se partió en dos a raíz del asesinato del joven, ocurrido en el barrio Quiroga (Rafael Uribe). Sus allegados claman que se haga justicia y que se le dé celeridad a la investigación, pues no hay pistas del por qué acabaron con su vida.
“Trabajaba como analista contable en un supermercado de cadena, le encantaba viajar, él era un fiel compañero, buen amigo, esposo y papá. Fue una excelente persona dedicada a su hogar. Iba a entrar a quinto semestre de contaduría pública en el Politécnico Gran Colombiano, no tenía antecedentes, era amante de las motos y estaba en un grupo de esos”, contó la familia del joven.
El crimen
Brenda, la pareja sentimental de Kevin y con quien convivía el joven en la vivienda ubicada en el barrio Quiroga, en la calle 32B Sur con carrera 19, le contó a Q’HUBO que el día del crimen él la acompañó a la estación de TransMilenio y se regresó a su vivienda para alistarse y poder irse a trabajar.
“Él me escribió, me dijo que se iba a bañar, se bañó, y cuando yo estaba llegando al trabajo me llamaron y me dijeron que me devolviera para la casa porque habían acabado de matar a Kevin, yo no lo podía creer, nadie sabe nada, nadie dijo nada, las cámaras de la Policía no sirven”, dijo la mujer.
Tras el crimen, las autoridades le informaron a Q’HUBO que Agudelo López abrió el enrejado para sacar su moto y en el momento que iba a sacar el vehículo fue sorprendido por el sicario que, a sangre fría, le disparó en cuatro oportunidades.
“Llegaron tres sujetos, esperaron unos 20 minutos a que él saliera a trabajar y cuando vieron la reja abierta uno de ellos, que tapaba su rostro, se le metió y le disparó varias veces”, informó ese día el mayor Luis Acosta, comandante de la estación de Rafael Uribe.
Dice Brenda que hasta el momento las autoridades no les han entregado una versión sobre cómo fueron los hechos y que todo hasta el momento son conjeturas.
“Ni las autoridades, ni los vecinos nos han dicho algo, estamos sin saber nada, es el mayor miedo que tenemos porque no sabemos las razones, entonces nos da hasta miedo salir. Él no era una persona de amigos, no tenía deudas, no tenía nada por pagar, tampoco tenía amenazas, incluso yo manejo todo de Kevin, podía entrar a sus redes sociales y nunca vi alguna amenaza, tampoco por el tema sentimental, pero son conjeturas que no se pueden sacar”, agregó la doliente.
Tras haber sido lesionado, la comunidad intentó brindarle ayuda a Kevin, pero lastimosamente antes de poder recibir atención médica falleció debido a la gravedad de las lesiones.
El caso quedó en manos del CTI de la Fiscalía, pero hasta el momento, dice la familia, no les han dado información de cómo avanza la investigación, y aunque saben que nada les devolverá a Kevin, piden que su asesinato no quede impune.
“Su moto y sus demás pertenencias estaban, por robo no fue, y el que lo hizo sabía a lo que iba. Realmente pedimos celeridad en el investigación, si él hubiese sido un delincuente ya uno sabría dónde va a terminar esto, pero era una persona trabajadora, estudiosa, el merece que su familia conozca la verdad, y que no sea una cifra más en las estadísticas de delincuencia de este país”, agregó Brenda.
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De otro lado, la familia y los allegados a Kevin organizaron una velatón para el día domingo a las 7 de la noche en el lugar de los hechos para clamar por justicia. “El grupo de moteros está organizando la velatón, él era una buena persona que le gustaba apoyar obras sociales, reunir alimentos para los perritos de la calle, reunía regalos para los niños vulnerables, regalaba mercados”, puntualizó diciendo la pareja de la víctima.
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