Un misterio de medianoche se desarrolló ayer en una vereda de Guasca (Cundinamarca), donde bajo extrañas circunstancias apareció el cuerpo sin vida, y con signos de violencia, de un hombre de 48 años.
A las 12:15 de la madrugada de ayer la central recibió una llamada de la unidad especial de tránsito del municipio avisando del cadáver tendido sobre la vía. De la estación de Policía salió una patrulla de inspección.
En la espesa noche atravesaron los caminos destapados hasta llegar al sector conocido como ‘Cuatro Esquinas‘. Kilómetros más adelante, y justo frente a la vereda Mariano Ospina, encontraron al señor Carlos Andrés Cajicá Beltrán.
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Ese fue el nombre del hombre cuya muerte causó misterio. Mientras avanzaba la velada se fueron desentrañando ciertas pistas. El primer detalle escandaloso era el lago hemático que se esparcía detrás de la cabeza del señor. Pero su herida no pudo ser inspeccionada por la oscuridad a esa hora.
En su lugar, las autoridades de Guasca dieron aviso inmediato a la Sijín para que llevaran el cuerpo y someterlo a minuciosas inspecciones para conocer con qué tipo de arma u objeto le provocaron la herida letal.
Lo otro que se estudió durante las horas de inspección fue el sitio en donde apareció el cadáver. La desértica zona estaba totalmente alejada de cascos urbanos y en la vía no había cámaras, solo arena y un rastro de sangre y llantas de un vehículo, el cual se cree que estuvo involucrado en este macabro caso.
Ya entrada la madrugada de ayer, los inspectores alertaron a la Personería Municipal, al alcalde Municipal y la Secretaría de Gobierno y dieron a conocer los avances de la investigación para seguir esclareciendo lo que le ocurrió a este señor.
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