“Eso fue allí, en donde se ve un charco de agua. El señor ponía su puestico de carteras en cuero en ese lugar, el mismo al que llegó un man con un destornillador y lo atacó sin piedad. Posteriormente el agresor salió corriendo. Intentamos auxiliarlo entre todos y logramos que un señor se lo llevara al hospital en una moto, pero se veía mucha sangre”, le contó a Q’HUBO un comerciante del sector, quién lamentó profundamente lo ocurrido, pues Julio César Aragón era un miembro muy querido por la comunidad del barrio Villamaría, en Suba, en donde hoy viven el luto por su partida.
¿Qué pasó?
Cuando el reloj marcó las 4:02 de la tarde del viernes, don Julio se encontraba como de costumbre atendiendo su puestico informal de productos en cuero, ubicado justo en la mitad de un local de zapatos y una chaza de arepas, en las inmediaciones de la Calle 139 con Carrera 110, lugar en donde este hombre de 46 años se ganaba la vida como vendedor informal desde hacía tres años.
- Le puede interesar: Riña por intolerancia derivó en tragedia
En esas estaba cuando de repente un sujeto que empuñaba un destornillador lo abordó y, sin mediar palabra, lo apuñaló en la espalda, sin darle oportunidad de poderse defender, pues la embestida fue hecha a traición.
Pese al esfuerzo de la comunidad por trasladarlo al centro asistencial más cercano, Julio César falleció en el Hospital de Suba.
¿Qué se sabe?
Inicialmente se manejó la versión de que el asesino se trataba de un habitante de calle. Los habitantes del barrio Villamaría, quienes atestiguaron lo ocurrido y pudieron ver al verdugo, dijeron que estaba vestido con ropa limpia y que antes del viernes no había sido visto en el sector.
“El que lo atacó sí iba vestido como ñerito y el señor no pudo ni reaccionar, porque la herida lo dejó tendido en el suelo”, expresó en medio del dolor y el desconcierto una vecina del sector, quien también aseguró que se trató de un ataque premeditado en contra del hoy occiso, ya que el atacante sabía a lo que iba y conocía muy bien cuál iba a ser la ruta de escape luego de perpetrar este cruel asesinato.
Las razones del ataque son al cierre de esta edición eran todo un misterio, pues, según sus allegados, no le debía nada a nadie y era alguien formal y gentil que solo buscaba ganarse la vida sin hacerle daño a nadie.
Las autoridades se remitieron a la revisión de cámaras de una tienda esquinera, donde la comunidad manifestó que quedó registrado todo lo ocurrido. Ahora las imágenes son materia de investigación para dar con el paradero de este asesino, quien está aún sin identificar.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
