Por casi un año, un perro de raza mastín italiano estuvo merodeando por las calles de un pequeño pueblo en Alabama, EE.UU., con una caja de plástico en la cabeza. Finalmente, y tras un elaborado operativo, fue rescatado por voluntarios de un refugio local.
La historia de Bear comenzó, en la ciudad de Mobile, cuando empezó a ser visto por los locales merodeando con la cabeza atrapada dentro de una caja. Aunque hubo muchos que intentaron ayudarlo, el perro era sumamente esquivo, y más de uno se intimidaba con su tamaño, aunque no era agresivo. Afortunadamente, el can logró sobrevivir varios meses gracias a que las aberturas de la caja le permitían comer y beber.
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Finalmente, el caso llegó a oídos de los trabajadores de los servicios de animales de la ciudad, que se dieron a la tarea de atraparlo, pero no fue una misión sencilla. “La mejor palabra para definir a ese perro es que es un ninja”, le contó Robert Bryant, director de los servicios a un medio local, pues durante varios días intentaron con trampas, tranquilizantes y correas, pero Bear siempre lograba escapar.
Entonces, los trabajadores de los servicios de animales y voluntarios del refugio idearon una especie de barricada, en la que alguien perseguía al perro mientras que otros lo rodeaban en una fila para que no escapara y, al final, una persona lo esperaba para rescatarlo. Aún así, una vez le quitaron el casco, volvió a salir corriendo, pero fue atrapado nuevamente.
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Aunque pasó varias semanas en el refugio esperando a ser adoptado, por su tamaño no logró conseguir una familia, por lo que Martin Miller, trabajador que lideró el operativo de su rescate, lo acogió en su casa. Bear también se convirtió en el embajador de los Servicios de animales.
Redacción Q’HUBO Medellín.
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