Luisito Comunica en su cuenta de YouTube dio a conocer un mini-documental donde se puede observar la famosa mega cárcel construida en el Salvador por Bukele.
A propósito de la reelección de Bukele en el Salvador y la controversia de si se debe o no tratar a los presos así, el ‘youtuber’ Luisito Comunica subió un video a su perfil que cuenta con 41,8 millones de suscriptores mostrando cómo funciona la cárcel.
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), está ubicado a una hora de San Salvador, tiene un tamaño de 236 manzanas, cuenta con 19 torres de control y cuatro muros alrededor de su perímetro principal (todos con alambrado electrificado), Además construyeron un muro externo que tiene una altura de 9 metros.
Toda la cárcel cuenta con un círculo de cámaras y vigilancia que le permite a los policías estar pendiente de lo que pasa 24/7, incluso, todo el segundo piso está hecho de mayas negras que les permite caminar y tener visibilidad de los presos todo el tiempo.
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El reclusorio de máxima seguridad tiene una capacidad de 40.000 prisioneros y está diseñado exclusivamente para encerrar y aislar del mundo a los pandilleros que habían convertido al país en uno de los lugares más inseguros del mundo.
En este sitio se albergan a los delincuentes que son considerados terroristas. Dentro de los crímenes cometidos por estas personas está el secuestro, tortura y asesinato.
En el video grabado por el influencer se ve que un kilómetro antes de llegar al reclusorio hay siete controles de seguridad, en cada uno de estos lugares detenían a Luisito, lo requisaban y le preguntaban quién lo autorizaba y por qué estaba ahí. Cuando logra entrar a la cárcel percibe que no hay señal para los teléfonos móviles (con el objeto de que no haya ningún tipo de comunicación hacia el exterior ni viceversa) además le quitan todos sus artículos personales y lo pasan a un cuarto donde le revisan hasta el grosor de las medias.
Cuando un preso ingresa al reclusorio, lo revisan más exhaustivamente, lo ingresan a un artefacto donde pueden ver todo lo que hay dentro de su cuerpo, lo rapan y le entregan su uniforme, una sabana y una toalla.
Una vez dentro, lo encierran en una de las 32 celdas con hasta 100 delincuentes más, sin importar a que pandilla pertenecieron. Allí se mezclan hasta las bandas que no se podían ni ver, ‘Los Mara Salvatrucha 13’ (MS-13) y las dos facciones de ‘Barrio 18’.
Dentro de la celda hay una serie de literas con 4 niveles, no tienen colchonetas ni ningún tipo de comodidad, en el mismo sitio entran al baño y se duchan, el único momento en que salen de la celda es para hacer ejercicio en la parte central del patio.
Según cuenta Luisito, los presos están blancos, incluso un poco amarillentos, porque no ven la luz del sol desde que entraron a este lugar; solo ven la luz brillante y artificial, que está prendida las 24 horas del día en este edificio gigante.
En cuanto a la alimentación de los presos, se les dan tres comidas al día, dos de ellas son lo mismo y son servidas por presos con delitos menores, que pertenecen a otras cárceles y están cumpliendo su trabajo social.
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En un apartado del video el ‘youtuber’ reflexiona que al ver todas esas imágenes “es fácil de repente conmoverse, tocarse el corazón, decir “que mal trato, tan duro”, pero cuando te enteras de las atrocidades inhumanas que han cometido, todo tiene sentido”.
También se le brindó la oportunidad de hablar con un hombre que perteneció a la ‘Pandillla MS3’, el cual cometió múltiples delitos, entre ellos secuestros e innumerables homicidios, tantos, que ya no recuerda la cantidad. Este fue capturado a los 21 años y en la actualidad tiene 47 años, lleva 26 preso y en las pocas palabras que dio a la cámara, se muestra arrepentido de haber seguido esos pasos e incluso le dice a los jóvenes que no se metan a grupos criminales, así les ofrezcan el cielo o la tierra.
Al escuchar lo dicho por el preso, Luisito le pide a las personas que recapaciten y desistan de la idea de pertenecer a una pandilla, ‘no es su único escape, siempre hay otro camino y no deben buscar la salida fácil’.
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