Entrevista con la banda de metal bogotana, Perpetual Warfare, que está dando pasos de gigantes, codeándose con míticas bandas del género. Vienen de abrirle los dos conciertos a Megadeth, en el Movistar Arena.
Creerse el cuento, básicamente eso fue lo que hizo la banda bogotana Perpetual Warfare para convertirse en un referente del metal latinoamericano. Formada en el barrio El Tunal (Tunjuelito), esta agrupación pasó de escuchar discos de agrupaciones como Metallica, Led Zeppelin y Black Sabbath, para luego tocar sus covers y, finalmente, sacar su propia música. Ahora tiene el lujo de decir que ha tocado en Rock al Parque, en seis países de Sudamérica, también en México y Estados Unidos y ser teloneros de bandas como Slayer. Como si fuera poco, le abrieron los dos conciertos a Megadeth, en el Movistar Arena. Q’HUBO habló con ellos.
¿Cómo fueron elegidos como teloneros de Megadeth?
Participamos en un evento que hizo el promotor del concierto, Páramo, teloneando a Slayer, y quedó muy feliz del proyecto. Entonces, cuando se supo que venía Megadeth, nos llamaron a decirnos que le ofrecieron la banda a Dave Mustanie (líder de Megadeth) y hubo aprobación de él. ¡Fue una alegría absoluta!
¿Cuál es su línea conceptual?
El concepto básico de Perpetual Warfare inició precisamente desde el título a la banda, que es como ‘Guerra Perpetua’, un estado en el que siempre hemos vivido en Colombia. El nombre viene también de una canción de Whiplash, ‘Ticket to Mayhem’, que tiene ese nombre. Siempre hablamos del desequilibrio social, la desigualdad, también del rock and roll y cosas personales.
Algo que los diferencia es su puesta en escena. ¿Cómo la describen?
Es muy explosiva, realmente. Viene muy influenciada por esas bandas de punk hardcore de los 80s, que realmente se apropiaban del escenario: correr, saltar, tirarse al suelo… Siempre buscamos dar un show más poderoso que el anterior, que esté muy bien sincronizado, que tenga un muy buen sonido, cuidamos cada detalle. Le devolvemos a la gente la energía que nos da.
¿Cómo fue su experiencia fuera del país?
Tuvimos clara nuestra proyección internacional. Un proceso que empezó en 2015 con la primera gira suramericana que hicimos, que fue de 30 fechas; la recorrimos en carretera. Fue muy bonito encontrarnos con que en otros países (como Chile y Bolivia) conocían a la banda. Luego subimos a México, a Estados Unidos y empezamos a llevar también la banda a audiencias más anglosajonas.
¿Y qué viene en el futuro?
Una gira por Europa. Iremos a Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, República Checa, Rumanía, Polonia, España, Italia y Croacia, pero antes iremos a Estados Unidos.
¿Cuál fue la clave de su éxito?
La base de todo la disciplina y la perseverancia. No todo ha sido bonito, también ha pasado cosas muy duras: económicas, asuntos personales, familiares, en conciertos; veces en las que la banda no recibió el trato que merece, pero eso nos formó carácter.
¿Con qué tipo de escena del metal se encontraron hace 20 años y como califican la de ahora?
La juventud ha cambiado muchísimo. La generación de los 80s, 90s, y 2000 ya no es la misma que las del 2010 para acá. Son generaciones que ya vienen con otro chip. Antes era una escena más hermética, radical; hoy en día los pelados no tienen problema en escuchar metal y después rap.
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