Ahora que, muy a pesar del alza en los contagios, la mortalidad por COVID-19 comienza a retroceder en todo el mundo gracias a las vacunas disponibles, hay varios países del mundo que ya se preparan para pasar la página del coronavirus y comenzar lo que ha sido llamado como ‘el día después de la pandemia’.
Esto es un período de tiempo en el que el COVID dejará de ser tratado por los servicios de salud como una amenaza mortal, para convertirse en una gripa estacionaria de baja complejidad.
En las últimas horas, España y Reino Unido fueron los países que ya se decidieron por esta alternativa, mientras que Estados Unidos conservó la distancia y prefirió esperar por unos días.
¿En qué consiste esta estrategia y qué tan lejos estamos en Colombia de alcanzarla?
La vacunación, clave en esta etapa
El primero en dar el paso adelante en esta nueva etapa fue el gobierno español, en cabeza de su presidente Pedro Sánchez.
De acuerdo con el mandatario, quien consultó previamente a su comité de expertos, el país ibérico ya vacunó a más del 70% de su población con el esquema completo.
A este anuncio se sumaron las autoridades del Reino Unido, que también piensan, a partir de marzo, tratar el COVID como una gripe común (ver siguientes recuadros).
Vigilancia centinela
La primera fase de esta nueva estrategia de ‘gripalizar’ el coronavirus consiste en una vigilancia específica y desmenuzada, que comienza por una estrategia que incluso Colombia ya ejecutó: reducir la toma masiva de muestras de COVID-19, para solo concentrarse en aquellos casos específicos de interés (personas más vulnerables).
Posteriormente, esta información sería trasladada a la OMS, que se encargará de evaluar qué tanta incidencia (presencia del virus) hay en el país.
Una vez se comprueba que esta presencia es similar a la influencia estacionaria, los servicios de primer nivel hospitalario dejarían de atender casos de COVID leves.
De pandemia a endemia
Una vez se compruebe que la incidencia en el país es baja, se pasaría del estado de pandemia a endemia.
Es decir, se hablaría de una transmisión más local y, por ende, se eliminarían restricciones de viajes al extranjero.
Por otro lado, al reducir la atención únicamente a pacientes graves de COVID, los asintomáticos y leves (casi todos por Ómicron) se cuidarían en casa por siete días.
“Pronto estaremos en una situación en la que el virus estará circulando.
Nos ocuparemos de las personas en riesgo, pero aceptamos que cualquier otra persona se contagiará, y la persona promedio estará bien”, explicaron los virólogos ingleses.
¡Adiós al tapabocas!
El final de esta etapa, una vez las personas se aíslen como corresponde al tener síntomas leves, consiste en dejar de una vez por todas el uso del tapabocas en lugares públicos.
Aunque este último punto depende de la incidencia en los hospitales y las UCI de cada país, lo cierto es que el efecto de las vacunas invita a ser optimistas.
En Colombia, una vez se alcance una alta tasa de vacunación, superior al 80%, comenta la experta Cárdenas: “podríamos hablar también de esta estrategia”.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
