La sospecha incrementó cuando los investigadores encontraron ciertos patrones y similitudes en nueve muertes ocurridas en Bogotá entre el año pasado y lo que va del 2022.
Para determinar que todo fue a manos de un aparente asesino en serie, se detalló la ubicación de los cuerpos y la manera en la que fueron asesinados, pues se encontró que el sospechoso utiliza inyecciones de tratamiento para la epilepsia y del sistema nervioso y central, usado para dopar o practicar eutanasias en animales.
Los cuerpos investigados han sido encontrados en localidades como San Cristóbal, Usme y Ciudad Bolívar.
Sin embargo, no se descarta la hipótesis de que las personas han sido víctimas de ajustes de cuentas por el consumo, la venta o distribución de estupefacientes.
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“Se contempla la posibilidad de un asesino en serie, aunque es muy prematuro para asegurarlo, porque las marcas que quedan en los cuerpos, luego de las venopulsiones, nos dan pistas de un perfeccionamiento de la técnica. Es decir, cuando hallamos el primer cadáver la equimosis o ‘morado’ alrededor del pinchazo era de gran tamaño y era evidente el maltrato generado. Sin embargo, conforme fueron apareciendo los cuerpos la técnica era cada vez más limpia, tanto que en último ya no se veía el lugar de la inyección”, reveló fuente a periódico nacional.
Las investigaciones no se detienen, pues para las autoridades es alarmante el hecho de que podría estar suelto un asesino en serie.
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