En esta temporada decembrina nos figuró a los colombianos apoyar los productos nacionales, pues no hay bolsillo que aguante para comprar enseres importados como juguetes y licores. Así lo dio a conocer Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), quien explicó que debido a la crisis logística mundial varios productos que llegan provenientes de China, Europa y Estados Unidos están presentando retrasos de hasta 75 días, por lo que la demanda no da abasto y los productos obviamente se encarecen.
Por si fuera poco, por un contenedor de China a Colombia se pagaban antes 2.500 dólares (unos $ 9 millones 667 mil), pero ahora cuesta más de 20 mil dólares ($ 77 millones 340 mil). ¡Se multiplicaron las tarifas por 10!
“Esto es un efecto que se da sobre todos los importados, y no es exclusivo en Colombia sino a nivel mundial, por lo que algunos tendrán que ser hechos localmente porque, en la medida en que la demanda está alta, no hay regularidad en las entregas y sí hay precios altos, así que se da la posibilidad para que algunos productos se fabriquen en el país”, explicó Díaz.
En ese orden de ideas, si usted estaba acostumbrado a celebrar con whisky escocés a un precio razonable, es mejor que contemple la idea de tomarse un buen guaro nacional. Lo mismo si quiere regalarles juguetes a sus hijos, prefiera los fabricados en nuestro territorio.
Otros productos que se encarecerán son las autopartes importadas de Asia, alimentos extranjeros y hasta la ropa de marca.
La pandemia nos sigue perjudicando…
Otro motivo de los retrasos de los contenedores que arriban a Colombia es que los puertos a nivel mundial tuvieron que cerrar por cuenta de la pandemia.
Mientras un buque tardaba normalmente 40 días en su operación, ahora se demora 75… ¡casi el doble! Cuentan que hasta se ven embarcaciones haciendo fila para descargar sus productos.
Como si fuera poco, no hay papel en el mundo, no hay cajas de cartón. Todo esto ha llevado a un crecimiento extraordinario de los fletes, a una escasez de productos porque los barcos están mucho más demorados y los camiones no llegan. Todo viene como en un efecto dominó retrasando toda la logística y las entregas de productos”, afirmó Díaz para la revista Semana.
Lo más preocupante del asunto es que, según Díaz, aún es incierto por cuánto tiempo se prolongará esta situación, pero se prevé que mejorará durante el primer semestre de 2022, cuando se dispongan más embarcaciones y contenedores que puedan abastecer la demanda global.
