Tras enterarse de la misteriosa muerte del adolescente de 17 años José Mauricio Ospina, en abril del año pasado en Patio Bonito (Kennedy), el cual fue hallado desnudo, boca abajo y envuelto en una sábana, su madre, Claudia, no ha dejado de pedir que se haga justicia, pues el dictamen de Medicina Legal fue contundente al revelar que había sido asesinado.
“Se observa una persona de género masculino tendida en el piso de una habitación ubicada en el segundo piso de la vivienda envuelto en cobijas”, señalaron las autoridades.
De acuerdo con los nuevos detalles que se han conocido sobre este terrible crimen, el cadáver de José Mauricio presentaba múltiples abrasiones, equimosis, además de hematomas en párpados y labios, lo que quiere decir que había recibido múltiples golpes en su rostro. También se conoció que tenía politraumatismos en tórax, glúteos, miembros superiores e inferiores y que además había sufrido asfixia mecánica.
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“Fallece por encefalopatía hipóxica isquémica (secuelas neuropsicológicas secundarias a la falta de oxígeno), secundaria a compresión extrínseca del cuello”, concluye Medicina Legal, de manera tajante.
En un primer momento a la familia se le había dicho que el menor había muerto por sobredosis y que además no tenía signos de violencia visibles, lo que generó un palpito en Claudia, quién estaba segura de que a su hijo le habían hecho algo, y con el revelador informe de Medicina Legal, supo que su corazonada no era para menos.
“Un dictamen de Medicina Legal como este le puede retorcer la cabeza a cualquiera. Yo hubiera preferido que en realidad él fuera muerto por sobredosis, aunque sé que no era así, con tal de no haber sabido que murió de esta manera tan cruel”, afirmó Tatiana Orozco, hermana de José Mauricio en medios.
En busca de justicia
Q’HUBO habló con Claudia tras la muerte de José y ella expresó en ese momento: “Mi hijo me dijo a las 5 de la tarde de ese 12 de abril que se iba a la casa de un compañero a hacer un trabajo del Sena. Yo tenía una vuelta que hacer y regresé hasta por la noche a la casa, cuando llegué y no lo encontré en la casa no le vi problema porque él se quedaba allá donde el compañero cuando iba a hacer trabajos. Luego lo llamé a las 11:50 pero no me contestó, pensé que se habían dormido y me pareció normal”, nos contó Claudia, la madre el joven.
Posteriormente, al ver que su hijo no había llegado, volvió a llamar a su celular, pero esta vez le contestó un agente del CTI y le dijo que algo había pasado en la casa donde estaba su hijo.
“Me contestaron del CTI y les pregunté por qué tenían el celular de mi hijo. Me respondieron que ellos estaban en una casa donde habían ocurrido unos hechos y había unos chicos hospitalizados, les pregunté que dónde estaban los chicos y me dijeron que en el hospital de Kennedy”, relató Claudia a Q’HUBO.
Tras enterarse que su hijo estaba muerto solamente quedaban más interrogantes y hasta hace poco se han conocido nuevos detalles sobre este caso que sigue en la impunidad.
Sobre la medianoche del 13 de abril de 2022, una llamada a la línea de emergencias, al parecer el hermano mayor de uno de los jóvenes que estaba con José, alertó a las autoridades sobre varios pelados que estaban agresivos dentro del inmueble. Se dice que cuando llegaron los uniformados estos tuvieron que hacer uso de la fuerza para poderlos controlar. En el lugar hallaron el cuerpo sin vida de José, solamente con medias, y con las manos embaladas en bolsa de papel y plástico.
De acuerdo con el periódico El Tiempo en las declaraciones que reposan en manos de las autoridades, se dice que uno de los jóvenes contó que se encontraban jugando con la tabla ouija y que por una instrucción de esta debían asesinar a uno de sus compañeros, y el elegido había sido José. Otro de los presentes dijo que habían consumido LSD, lo extraño es que en la prueba toxicológica no se encontró ninguna sustancia en el cuerpo de la víctima.
“Veía figuras de colores; luego, a mis compañeros pegándole a la pared, y luego a Mauricio en el piso lleno de sangre (…), yo sabía que todo eso era un sueño”, narró uno de los jóvenes a las autoridades.
Por el momento, la familia de José Mauricio espera conocer la verdad del crimen y claman porque que se haga justicia.
“Él era muy juicioso, dedicado a su estudio, tenía buenas notas, cuando no tenía colegio le tocaba ir a McDonald’s a trabajar en las prácticas. Me le arrebataron la vida y no sé qué sucedió, merezco saber la verdad”, dijo Claudia a medios.
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