“¡El socio! ¡No sé!”, fue lo que gritó alias ‘Murris’ mientras corría despavorido, luego de dejar metros atrás, en el suelo, a un colega suyo a quien, presuntamente, él acababa de descargarle casi todo un proveedor de revólver.
‘Murris’ se alejó rápidamente mientras la esposa de Luis Eduardo Durán Pacheco salía de la casa, donde habitaba con su marido de 33 años, solo para encontrar la terrible escena de su amado agonizando en la acera.
Las balas retumbaron como látigos por todo el sector de Marandú, en la localidad de Ciudad Bolívar, con los primeros rayos de luna que abrazaron la zona pasadas las 12 de la madrugada del lunes festivo.
Los radios del CAI Compartir recibieron la alerta temprana y los uniformados se dirigieron al lugar donde encontraron una ola de vecinos montando al herido en una patrulla que acababa de arribar con los motorizados.
No fue sino que el herido ingresara en una camilla blanca al Hospital de Meissen, cuando su vida ya no hacía parte de este mundo. Hubo que llamar de una vez a las unidades de la Sijín, quienes se apropiaron de las investigaciones de este homicidio perpetrado por una vendetta entre bandas.
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Sentencia de muerte…
Antes de ser asesinado, Luis se encontraba en su vivienda con su esposa. Recibió una visita inesperada de alias ‘Murris’. Ambos atravesaron la puerta de la casa, ubicada sobre la Calle 68C Sur con Carrera 18Y. No pasaron ni cinco minutos cuando la esposa de Luis se aterró al escuchar los cuatro disparos que le arrancaron a su marido de esta vida.
Asimismo, la mujer vio correr a ‘Murris’ gritando extrañas palabras. Todavía se cree que el mismo ‘Murris’ tuvo que ver en el asesinato de Luis, al parecer, por temas de la línea de microtráfico, una problemática que ha cobrado incontables vidas de muchachos en esta localidad.
De hecho la misma esposa del hombre asesinado declaró que su cónyuge había estado involucrado en la venta en el sector y que 14 días antes ya le habían hecho un atentado para arrebatarle la vida.
Lo vinieron a lograr aquella noche con los cuatro disparos que atravesaron el cuerpo de la siguiente manera: uno en su ojo izquierdo, dos que le entraron en la cabeza y uno que le perforó el pecho.
De acuerdo con las autoridades, la víctima tenía en sus antecedentes, al menos 8 anotaciones en el expediente por varios delitos, entre ellos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y porte ilegal de armas de fuego.
En la zona no quedó ninguna cámara que evidenciara los hechos, pero lo más seguro es que Luis fue objetivo de un macabro plan para asesinarlo.
