La situación en Bosa Laureles cada vez se acrecienta más debido a las disputas de bandas por el control del microtráfico en la zona.
Esto ha sido confirmado por las autoridades y los mismos habitantes del sector, y en las últimas horas se conoció un nuevo casó que dejó como víctima a un hombre, quien fue impactado con arma de fuego y quedó a unos pocos metros de donde el pasado viernes 24 de noviembre también fueron asesinados dos personas que se encontraban junto a otro sujeto que, debido al susto que se pegó tras la llegada del sicario, también falleció en el lugar por culpa de un paro cardíaco.
Disparo de medianoche
Q’HUBO estuvo de nuevo en la Calle 73F Sur con Carrera 80M y habló con varios de los vecinos del sector, quienes se mostraron preocupados por la situación que a diario se vive por esta vía, la cual permanece en obra, y todo parece indicar que esta intervención no acabará pronto, pues según los residentes “la obra la pararon por falta de recursos”, y al no haber terminado esto se ven las consecuencias, pues además de los problemas de consumidores y expendedores de vicio también se le suma el problema de la inseguridad.
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Este fue el escenario que ambientó la muerte de la víctima, quien al parecer le venían siguiendo los pasos, pues justo en el momento que iba caminando por la esquina para girar, un fogonazo llenó de luz el callejón, pero fue efímero y acompañado de una detonación. Muchos ni se asomaron a ver qué había ocurrido porque “en esta época pueden sonar disparos pero uno los puede confundir pensando que era un volador”.
Los agentes del cuadrante llegaron al punto pasadas las 12:30 a.m. del domingo y hallaron a una persona tendida en el piso y con una herida en su cabeza, pero aún con signos vitales. Por tal motivo solicitaron apoyo y trasladaron a un hospital al hombre, de quien no se confirmó su identidad ni su edad.
Una de las vecinas le contó a este medio que “por esas polisombras han aumentado también los casos de hurtos y aparte esta zona es muy oscura de noche”, combinación que ha provocado que más de un establecimiento tenga que cerrar más temprano de lo habitual por temor a ser víctima de los delincuentes.
La situación no pasa desapercibida, pero muchos prefieren no hablar por el temor que se siente en el barrio a ser víctima de represalias por parte de los integrantes de las bandas.
Por el momento las autoridades buscan establecer mediante la revisión de cámaras de seguridad si la víctima del crimen venía siendo seguida por el pistolero, que debido a las condiciones del terreno, terminó por huir a pie.
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