“Ninguna persona merece morir así, mi abuelito no lo merecía”, decía ayer la nieta de don Luis Eduardo Valencia en medio de las honras fúnebres de su querido abuelo de 68 años. Su muerte, dice su familia, fue injusta: el hombre se encontraba varado en plena vía, en compañía de su esposa y su nietecito, cuando un camionero lo embistió a toda velocidad sin siquiera percatarse de que Luis estaba sacando los implementos para despinchar su vehículo.

Pero aparte de la trágica muerte de este querido abuelo, la familia está contra las cuerdas porque para ellos la justicia no ha avanzado; les han puesto toda clase de trabas y el responsable de atropellar al señor sigue impune y temen que la muerte del señor Luis quede en el olvido.

Imprudente al volante…

Un hueco fue el que inició toda esta tragedia, sobre las 11:40 de la noche del martes: “mi abuelo iba conduciendo el carro en compañía de mi sobrino y mi abuelita. Cuando iba por el carril rápido de la Avenida Boyacá con Calle 51, le dijo a mi abuela: ‘Mija nos pinchamos, nos toca parar más adelantico’; mi abuelito se dirigió hacia el baúl para retirar los elementos de seguridad, mi abuela estaba de pie afuera y en ese momento apareció el camión y se llevó el carro por detrás, arrastró a mi abuelo. De milagro el niño, que iba dentro del carro, no le pasó nada”, relató ayer a Q’HUBO, Nasly, nieta del fallecido Luis.

“¡Muévalo, mueva el carro!”, era lo que gritaba la esposa de don Luis, afanada porque el señor estaba debajo del camión. “Mi abuela dice que el señor del camión iba como tomado, le sentía tufo. El tipo se metió en la parte trasera del camión y se escondió mientras a mi abuelo se lo llevaban al Hospital Santa María del Lago en una ambulancia. Tras de todo a mi abuela se le fracturó una pierna con el estrellón, menos mal no pasó a mayores”, agregó la nieta.

Don Luis llegó al centro médico sin signos vitales la madrugada del miércoles. Esa noche el conductor del camión quedó libre y fue atendido en un hospital a pesar de que no tuvo ninguna lesión. La familia alega que hubo interferencias en la toma de la prueba de alcoholemia.

Ignorados por la justicia

Cuenta la esposa de Luis que el conductor se puso una capucha cuando salió del camión y duró escondiendo su rostro en toda la inspección. Incluso, dice que “mi abuela vio que llegaron un montón de personas, al parecer, abogado y familia del conductor y duraron reunidos en la parte trasera del camión; ella escuchó que la esposa del conductor decía: ‘Lo que tengamos que pagar, lo pagamos’”, detalló Nasly.

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“La policía, el día del accidente, no quiso brindarnos ni el croquis ni los videos ni nada al respecto del proceso contra el conductor. De hecho, nosotros solicitamos los videos de seguridad del momento del accidente, donde se ve que el tipo frena cuando ya se había llevado a mi abuelito. Con este video esperábamos demostrar la imprudencia y dudoso estado del conductor, pero resultó que al señor que nos suministró el video lo echaron del hotel donde trabajaba, porque la Fiscalía y la Policía, fue a decir que él había vendido el video y que eso no era permitido, en lugar de usarlo como evidencia”, señaló la nieta de don Luis, frustrada con la situación.

Valencia dedicaba sus días apoyando el trabajo en una ferretería y cuidando de su querido nieto. El niño quedó sin ninguna lesión, pero con un trauma psicológico a raíz de la dramática pérdida de su abuelito. “Las personas deben hacerse responsables de lo que provocan, nosotros entendemos que ese señor (el conductor) no quería, ni pretendía atropellar a una persona esa noche, pero esas actitudes de no responder es lo que nos ha frustrado más, queremos que haya justicia”, cerró con dolor Nasly en la funeraria donde ayer despidieron al carismático abuelito Luis.

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