Los ojos de Juan Manuel Torres Jiménez apuntaban al rosado amanecer con el que abrió el cielo ayer. Pero sus ojos ya no veían. Cientos de miradas de ciudadanos sorprendidos y asustados estaban centradas sobre él, pues estaba tendido boca arriba en un prado verde de la Calle 26 con Carrera 103 (Fontibón).
Los ojos de su familia lo veían también, pero hechos un río de lágrimas, ya que minutos antes un escolta le había disparado en el pecho, arrebatándole la vida. Y los mismos ojos observaron cómo las unidades del CTI levantaron el cadáver de este conductor de 36 años de edad, quien apenas iniciaba su jornada de trabajo.
Durante las inspecciones técnicas aparecieron otros ojos que vieron el instante en el que un escolta, al parecer que le había prestado servicios al anterior presidente del Senado, acabó, en un hecho de intolerancia, con la vida de un padre de familia.
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Intolerancia al amanecer
Fueron minutos confusos en los que Juan Manuel acabó baleado en plena vía pública. De acuerdo con varios testigos, ambos implicados estaban en la esquina frente al banco Itaú, a la espera de irse al aeropuerto, donde trabajaba Manuel transportando a viajeros. El escolta también estaba allí tomando tinto.
La noticia corrió por toda la cuadra. Decían que habían asesinado al ‘Ganso’, pero es que con ese nombre se les conoce a los conductores que van al aeropuerto. El hermano del fallecido llegó apenas supo y la noticia por poco lo destroza.
“Mi hermano tenía el carro parqueado en esa esquina. Tenemos entendido que tuvo un altercado con ese escolta. Él se había comprado un tinto, a la espera de iniciar sus labores. Cuentan que este tipo le propinó dos disparos”, señaló a Q’HUBO el hermano de la víctima fatal.

Otros testigos comentan que “Juan Manuel estaba acompañado por otra persona, quien huyó cuando le dispararon. Tengo entendido que el escolta estaba vestido de civil y ya fue detenido. Hay cosas que no entendemos, pero queremos que se sepa que Juan Manuel no era ningún delincuente”, añadió otro colega del fallecido.
El arma del escolta fue incautada como parte del material probatorio. El hombre quedó a disposición de la Fiscalía por quitarle la vida a este hombre a quemarropa.
“Mi hermano prestaba servicios de transporte hacia el aeropuerto de forma informal y en plataformas, solo de noche. Era una persona de bien, con su hijo, su esposa y su familia. Tenía una hija de 16 años y un niño de 11. Vivía pagando su arriendo y sus servicios, como cualquier persona trabajadora”, agregó el hermano recordando cómo era Juan Manuel, cuyos ojos vieron un último amanecer antes de partir.

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