El corazón noble y soñador de Felipe Garzón Barreto dejó de latir por culpa de la intolerancia y la homofobia. Dos desalmados sujetos se ganaron su confianza, ingresaron a su apartamento, lo torturaron y asesinaron para luego dejar su cuerpo amordazado y con la bandera LGBTIQ+ tapándole el rostro.

Sí, a Felipe, de tan solo 22 años, le arrebataron los sueños y la vida por pensar -y sentir- diferente a lo que la sociedad está acostumbrada, o eso al menos afirman sus seres queridos, quienes hoy, con el corazón hecho trizas, buscan que se haga justicia.

“A él lo mataron unos homofóbicos. A él lo mataron por ser gay, no por robarlo como se ha especulado, pues solo se le llevaron el celular porque fue por este medio que él habló con los sujetos que terminaron quitándole la vida, el resto de sus pertenencias siguen en su apartamento”, comienza el relato, ayer, uno de los mejores amigos.

El cuerpo del joven fue hallado por su pareja sentimental casi 24 horas después de haber sido asesinado. Estaba desnudo, tendido boca abajo, amarrado de manos y pies y con la bandera de colores amarrada en su cabeza, como si se tratara de un mensaje.

“La manera en la que le quitaron la vida solo da cuenta del odio desmedido que utilizaron estos sujetos en su contra. Luego de asesinarlo, salen del apartamento y sus rostros quedan registrados en las cámaras de seguridad, en donde se ven sonriendo, como si minutos antes no le hubieran quitado la vida a una persona”, le dijo a Q’HUBO Waldir, amigo de la víctima.

Felipe, quien estudiaba Ingeniería de Sistemas, trabajaba como modelo webcam y así se pagaba sus estudios y se mantenía, pues vivía solo en el mismo apartamento donde le quitaron la vida la noche del lunes.

Reconstrucción de los hechos…

El domingo Felipe estuvo celebrándole el cumpleaños a su pareja sentimental al interior del apartamento y estuvieron juntos toda la noche. A eso de las 8 de la mañana del lunes, su novio se fue y dejó el carro en el parqueadero, como ya era costumbre, con la promesa de volver en la noche a recogerlo.

Según se ha podido conocer de esta investigación, Garzón Barreto habría conocido a dos sujetos por una aplicación de citas y estos se ganaron su confianza, a tal punto que él los citó en su apartamento, ubicado en el barrio Las Nieves (La Candelaria).

Al edificio, situado en la Carrera 24 con Calle 5, llegaron dos hombres que no superan los 25 años, bien vestidos y de contextura delgada. Eran la cita de Felipe.

La misma víctima bajó por ellos y los subió a su apartamento. El reloj marcaba las 6:30 de la tarde. A las 8:30 p.m., salieron del edificio los dos hombres, tal como quedó registrado en los videos de las cámaras de seguridad. Diez minutos después, la pareja de Garzón llegó al conjunto en busca de su carro y subió a saludarlo, pero nunca le abrió. Ya estaba muerto.

“Yo llegué por mi carro como a las 8:40 de la noche, según vimos, los tipos habían salido diez minutos antes. Subí a saludarlo porque me había dejado de responder los mensajes desde las 6, pero nadie me abrió. La música sonaba duro y pensé que se encontraba haciendo una transmisión y no quise interrumpir, entonces me fui”, le relató a Q’HUBO la pareja del hoy occiso.

El martes, el estudiante de ingeniería seguía sin responder los mensajes, por lo que su pareja, llevado por un mal presagio, decidió volver al apartamento para buscarlo, pero su sorpresa fue mayor al encontrar la macabra escena.

“Hablé con la mejor amiga porque ellos se iban a mudar y ella me dijo que Felipe no aparecía. Decidí ir a buscarlo, entonces llegué como a las 5 de la tarde y seguía sin abrirme la puerta. Los vigilantes dijeron que la visita que él había recibido se había ido a las 8:30 p.m. del día anterior. Ahí decidí llamar a un cerrajero”, contó.

Al ingresar al lugar, encontró que Felipe estaba muerto, su piel estaba rígida y fría. No se atrevió a tocarlo, tan solo llamó a la Policía y aguardó en la puerta. Asustado, con el corazón roto y con la esperanza de que se tratara de una pesadilla, intentó pensar qué había podido pasarle a su pareja. No encontró respuestas.

Hoy, no solo la pareja de este joven sino también sus amigos y familiares piden que se esclarezca su crimen, que las autoridades se apropien del caso y den con el paradero de los responsables, quienes habrían quedado registrados en las cámaras del edificio.

“Solo queremos que se haga justicia. Que ninguna familia ni persona en este país tenga que pasar por lo que estamos pasando nosotros. Hoy se fue Felipe, pero mañana puede ser otro, porque estas personas asesinan por odio, por rabia”, concluyó un allegado.

Por ahora, las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta $20 millones de pesos para quienes brinden información sobre los responsables del atroz crimen de Felipe.

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