“Las malas amistades se llevaron a mi hijo”, dice resignada y con un nudo en la garganta la madre de Johan Andrey Ruiz, un joven que acababa de cumplir 20 años el pasado mes de abril.
Andrey murió este viernes a causa de una puñalada mortal que le propinaron en el cuello.
Q’HUBO llegó hasta el barrio Santa Lucía (en Rafael Uribe), donde ocurrieron los hechos y habló con la familia del joven para conocer su versión. Esta es la historia.
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En semanas pasadas, Johan Andrey fue a su casa con un amigo y le pidió a sus padres que dejaran quedar al otro muchacho por unos días. Pese a la negativa inicial, sus progenitores aceptaron.
Tras varios días, y al notar que algo no andaba bien, los padres le dijeron a Andrey que ya no más. El último día que el amigo de Andrey pasó en la casa de la familia Ruiz, ambos salieron a buscar lo que no se les había perdido, puesto que en el camino, terminaron robando un celular.
“La verdad es que ellos dos salieron a ver a quién podían robarle un celular”, sentencia una familiar del joven. “Tristemente el afán de plata fácil se está llevando a nuestra juventud”, dijo el padre.
Por su parte, su madre agregó: “lo que pasa es que tenía unas amistades muy malas y no nos escuchaba, yo se lo dije y no me escuchó”.
Días después del robo unos hombres, al parecer cercanos a la víctima, lo increparon en la calle para exigirle explicaciones por lo que había pasado, él trató de zafarse de estas personas y, tal como se observa en un video de una cámara de seguridad de la zona, en un momento de descuido, mientras la víctima veía para otro lado, un hombre vestido de negro lo hiere con un puñal en el cuello.
El asesino, al que acompañan otros dos sujetos, sale a correr en dirección contraria y huye de la escena del crimen.
Por su parte, el joven malherido logra llegar cuadra y media más adelante y, vencido por la pérdida de sangre, cae recostado contra un poste.
La víctima, de tan solo 20 años, alcanzó a ser trasladada al hospital El Tunal, pero al poco tiempo de ser ingresado, perdió la vida. Causa del deceso: paro cardiorrespiratorio.
“A mi hijo le pegaron en la vena aorta y en el recorrido que él hizo ya había perdido bastante sangre. Cuando cayó desgonzado, mi hijo ya estaba prácticamente muerto, pues sufrió una hemorragia interna”, añadió uno de sus padres.
Andrey soñaba con viajar y hacía poco se había graduado del colegio. “Él era muy inteligente, le iba muy bien”, agregaron sus familiares.
La familia de Andrey sabe que si bien el muchacho cometió errores, lo que pasó fue un cruel asesinato a plena luz del día y con varios testigos, además. Por ahora, solo les queda atraviesa este duelo y pedir que se haga justicia.
Por su parte, las autoridades están tras la pista del asesino de Andrey. En este momento, cuentan con la prueba principal: el video en el que quedó registrado el atroz asesinato.
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