Melissa, una niña de 13 años de edad que vive en Liverpool (Inglaterra), tuvo que ser intervenida quirúrgicamente al presentar un fuerte dolor abdominal que no le permitía comer. 

Al no encontrar nada fuera de lo normal, los médicos decidieron realizarle una radiografía, en la que se evidenció que la menor tenía una masa de dudosa procedencia, que debían extirpar en un procedimiento quirúrgico. 

Para su sorpresa en medio de la operación, los cirujanos encontraron que la masa en realidad era una bola de pelos del tamaño de una pelota. 

Para extraer el cabello que se encontraba dentro del organismo de la niña tuvieron que cortar la bola en cuatro partes, ya que esta media entre 8 y 10 centímetros.  

Jackie William, madre de la menor, luego le contó a un medio local que su hija fue diagnosticada con el síndrome de Rapunzel, ya que, luego de sufrir constante bullyng en su escuela por tres años, empezó a comerse su cabello. “Cuando se ponía ansiosa, se arrancaba el pelo y se lo comía”, aseguró la madre.  

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