A pesar de que Navidad es la época más linda del año para pasarla en familia, recordar lo bueno que pasó durante el año y fijarse nuevas metas, también tiene sus villanos. Les contamos de quiénes se trata.
Nadie pensaría que en estas fechas de amor y prosperidad haya algo de terror, pero a la sombra del arbolito y los adornos se esconden seres macabros que dominaban en el fin de año antes de que Papá Noel se volviera popular y que Santo Tomás recreara el nacimiento del Niño Dios en el pesebre. Ojo a estos cuatro tormentos.
Belsnickel… ¿El gemelo malvado de Santa?
En las noches de invierno los niños de Alemania y Países Bajos tiemblan de miedo al ver una figura barbada, andrajosa y vestida con un abrigo de piel sucio que va con un látigo o una rama en la mano y una bolsa en la otra y quien anda por las calles; es el Belsnickel, quien golpea las puertas y ventanas de las casas esperando a que le abran.
A los niños traviesos los castiga con golpes y a los que son buenos les deja un regalo que saca de su bolsa.
La cabra azotadora, el Krampus
Es un ser que se remonta a la mitología nórdica, era un demonio de forma humana con cabeza de cabra, colmillos y garras que cazaba a la gente, la azotaba y se la llevaba al inframundo.
En países como Escandinavia o Alemania los borrachos se disfrazaban de éste para corretear a los niños, lo que llevó a la iglesia a censurar esta celebración.
Un Buda con ojos en la espalda
En la tradición japonesa no se celebra la navidad, sin embargo en el siglo VIII existió un monje budista llamado Hoteiosho que era muy bondadoso y reía a carcajadas.
Con los años se convirtió en uno de los siete dioses de la fortuna, el cual llevaba una bolsa llena de regalos y monedas de oro, el cual tenía ojos en la espalda para vigilar que los niños se portaran bien, el regalo que salía de su bolsa era reflejo del premio a las buenas acciones.
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Un gato gigante viene por ti…
En Islandia es popular la historia de la ogra Gryla y sus 15 hijos, todos dispuestos entre el 21 de diciembre y el 1 de enero a cazar y devorar a quienes se portaron mal durante el año.
Gryla además suelta a Yule, su gato gigante, el cual persigue a los niños pero tiene prohibido devorar a los que recibieron alguna prenda de ropa nueva para Navidad.
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