El 2021 está por terminar y por estos días se vuelve muy común escuchar distintos agüeros para recibir el nuevo año, que van desde quemar muñecos hasta bañarse en champaña para atraer las buenas energías. Por eso, hoy en Q’Misterio le mostramos las tradiciones más insólitas que se desarrollan en distintas partes del mundo y su significado.
Lunares para la fortuna
En Filipinas las mujeres tienen una costumbre muy curiosa para recibir el nuevo año: usar vestidos de lunares, ya que para ellas los círculos atraen la fortuna y les augura buena suerte.
Como si fuera poco, estos vestidos deben contar con bolsillos para guardar un puñado de monedas, de modo que durante el nuevo año no les falte el dinero.
¡A romper la vajilla!
En Dinamarca la celebración de Año Nuevo suele ser muy ruidosa y un tanto peligrosa, pues para sus moradores no hay mejor forma de despedir el año viejo que rompiendo contra la puerta de la casa toda la vajilla después de la tradicional cena de Nochevieja.
Esto, según esta cultura, para fortalecer las relaciones interpersonales y expresarles los buenos deseos a las personas que queremos. ¡Vea pues
108 campanazos
En Japón procuran llevar una tradición budista bastante particular.
Antes de finalizar el año tocan 108 campanazos para alejar los 108 pecados que aquejan al ser humano… como la ira, los celos, el deseo, entre otros. Cada campanazo para los japoneses simboliza la purificación de su alma.
Por si fuera poco, en este ritual es clave envolverse en humo de incienso para que durante el nuevo año tengan prosperidad y buena suerte.
Un bañito a medianoche
En Brasil es muy popular ver a las personas vestidas de blanco y metiéndose en el mar para el 31 de diciembre. Sumado a esto, deben saltar siete veces las olas para atraer la buena suerte.
Se dice que esta tradición se realiza en honor a Iemanjá (diosa de los océanos), una tradición africana que fue adoptada en Brasil.
Además, las personas que siguen esta tradición usualmente dejan ofrendas florales a la orilla del mar para que Iemanjá los bendiga en el año que arranca.
Que no falte el Añoviejo…
En algunos países latinoamericanos, como Colombia y Ecuador, se acostumbra llenar un muñeco con pólvora y se quema a la medianoche, como símbolo de la destrucción de todo lo malo que los aquejó durante el año que pasó y para que esas energías negativas no vuelvan durante el nuevo año.
Es muy común ver que a estos muñecos les ponen máscaras de un personaje político que no fue tan aclamado durante ese año.
Aunque es una tradición bastante conocida, las autoridades la consideran peligrosa y por eso piden a la gente que opten por otro método para despojarse de su mala suerte.
Un brindis bastante particular
En Rusia tienen una costumbre muy curiosa y es mientras suenan los doce campanazos que anuncian el nuevo año, escriben los deseos que quieren cumplir el año venidero en un trozo de papel, lo queman y luego vierten las cenizas en una copa de champaña.
Acto seguido, sirven el licor y se toman todo el contenido hasta el final. Quienes practican este agüero aseguran que efectivamente todos sus deseos se cumplen.
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