Una terrible situación se presentó en un colegio de Ciudad Bolívar: dos menores terminaron con sobredosis de una sustancia psicoactiva. El suceso desenmascaró a un profesor de la institución, quien resultó ser el que les estaba suministrando la droga desde hacía varios meses.
De acuerdo con el testimonio de los padres de familia de las menores de 14 y 15 años de octavo grado, que resultaron afectadas en horas de la mañana del jueves en el colegio privado Gimnasio Israel, ubicado en el barrio Madelena, el profesor de inglés J. A Carmona Mora, quién labora allí desde hace unos seis meses, sería el responsable de inducir a estas menores y a otra gran cantidad de alumnos a consumir drogas.
“Nos llamaron del colegio y nos dijeron que mi hermana estaba desmayada, entonces no dirigimos al colegio sin pensar que fuera algo tan grave. Cuando llegamos nos percatamos de que habían más niñas, dos estaba bien y la otra estaba en el piso vomitando, pero mi hermana no reaccionaba. Nos dirigimos a la clínica más cercana, donde nos indican que ella estaba en un estado de sobredosis. Esperamos que reaccionara y en horas de la tarde nos indicó que el que le había dado la droga era el profesor de inglés del colegio, que esto ya pasaba desde agosto. El tipo abrió un libro e hizo una combinación de drogas y les dijo a ellas que lo inhalaran y que se lo comieran también, que ahí les iba a hacer un buen efecto”, señaló ayer la hermana de una de las adolescentes que resultó afectada.
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Según el testimonio que entregaron las menores a sus familiares, el docente de 23 años les prometió regalarles una dosis fuerte de una sustancia psicoactiva debido a que estas les manifestaron que la que les venía dando no les estaba causando gran efecto.
“Mi hija experimentó en el mes anterior y le expresó que eso no hacía nada, entonces él le dijo que le iba a regalar algo más potente el día de sus cumpleaños. Ayer, que estaba cumpliendo años, le hizo un cóctel de drogas entre tusi y ‘perico’ y eso fue lo que las puso a convulsionar en el baño. Las profesoras y directivas del colegio no tomaron ninguna medida para atender la emergencia, no llamaron a la Policía ni a una ambulancia, no les dieron un vaso de agua y las niñas empezaron a sufrir un cuadro de desnutrición severa. A nosotros nos avisaron por una de las madres de las niñas que llegó y se dio cuenta de lo sucedido porque una de las niñas les avisó. Esta madre llamó a las autoridades”, señaló el padre de la otra menor.
La captura
Tras el aviso a las autoridades, las menores fueron trasladadas de manera inmediata a la Clínica Roma (Kennedy), donde fueron valoradas.
Cuentan los familiares de las menores que tras los señalamientos al profesor, las directivas de la institución intentaron ocultar el caso y que, incluso, no estaban de acuerdo con dar aviso a las autoridades. En el momento que llegaron los uniformados se verificaron los videos de las cámaras de seguridad del plantel educativo y se evidenció que el docente había ingresado al baño a dejar el estupefaciente.
“Les dejó la droga en la papelera y salió del baño, luego entró mi hermana, se drogó y salió en un estado en el que ni se podía sostener; luego ingresó la otra niña y salió igual; posteriormente ingresaron las otras dos menores, pero al verlas decidieron no ingerir el alucinógeno. Mi hermana empezó a agravarse a tal punto de desmayarse y la otra chica empezó a vomitar. Nos dirigimos a hablar con las directivas y ellas manifiestan que no era para tanto, que ellas lo arreglarían, entonces nos tocó a nosotros llamar al cuadrante y que le hicieran la respectiva requisa a este sujeto”, añadieron los denunciantes.
La Policía le encontró en su poder al docente tres papeletas de una sustancia rosada, la cual al parecer sería ‘Tusi’, por lo que fue capturado por tráfico, fabricación, o porte de estupefacientes con suministro a menores de edad.
“Ellas cuentan que este profesor les vendía droga a varios chicos de 9, 10 y 11. El tipo vende unas papeletas con un sticker de un payaso y que los chicos de 11 despegan el sticker y los pegan al teléfono y que el que más tenga es el mejor”, agregó una de las denunciantes.
Por el momento, las menores que resultaron afectadas con la sustancia se encuentran en observación y sus familiares indicaron que además empezarán un tratamiento integral. De otro lado, añadieron que irán hasta las últimas consecuencias.
“Nosotras no sabemos cuáles serían sus intenciones tras terminar la jornada escolar al tenerlas dopadas, eso entrará en materia de investigación. Estoy triste con el tema de la educación, no sabemos cuál es el filtro para la contratación en los colegios y en manos de quien estamos dejando a nuestros hijos. El colegio no se ha pronunciado, no se han puesto en contacto con nosotros”, puntualizó diciendo el padre de una de las menores.
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