Qué partidazo se jugó este domingo, en el estadio El Campín. Millonarios y Águilas Doradas no se guardaron nada y mostraron su mejor propuesta ofensiva, por lo que igualaron 2-2 en la fecha 9 de la Liga. Eso sí, el equipo de Gamero quedó en deuda con su hinchada, pues el objetivo principal era ganar.

Millonarios afrontó el encuentro con varias ausencias, tanto por lesión (como la de Andrés Llinás, Ómar Bertel y Leonardo Castro) como por convocatoria a selecciones (Álvaro Montero y Óscar Cortés a la de Colombia, y Juan Pablo Vargas, a la de Costa Rica). Entonces al técnico Alberto Gamero le figuró mover fichas y confiar en sus variantes.

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Al principio los reemplazantes funcionaron, pues Millonarios se mostró agresivo, atacando por las bandas y arrinconando a su rival. De ahí que los goles llegaran temprano: al minuto 4, Luis Paredes abrió el marcador con un bonito tanto de cabeza, siendo este su primer gol como profesional; y 12 minutos más tarde Fernando Uribe logró una bonita anotación para aumentar la ventaja.

Hasta ese momento se pensaba que el partido iba a ser un baile de Millos con goleada incluida, ya que era superior en el trámite. Sin embargo, la reacción de los antioqueños fue rápida: al minuto 22, Jean Carlos Pestaña marcó el descuento y eso hizo que el visitante se tomara confianza para ir por la remontada. Millonarios empezó a dar ventajas defensivas y estas las aprovechó las Águilas, hasta que cuatro minutos más tarde Jhon Fredy Salazar, de media distancia, marcó un golazo que igualó el marcador, dejando en silencio a El Campín.

Se notaba que las bajas que tenía Millos en defensa estaban pesando, además el club se veía confundido. Por eso, para la segunda parte había que hacer ajustes tácticos.

Faltó finura

Para la parte complementaria, y entendiendo que debía buscar más velocidad en el ataque, el técnico Alberto Gamero metió al campo a Jáder Valencia, Édgar Guerra y a Yúber Quiñones. Con ellos evidentemente Millonarios volvió a tomar posesión de la pelota y a crear opciones de gol. Lo malo es que no tuvo la misma efectividad que en la primera parte.

Las malas decisiones al momento de definir en campo contrario por parte de jugadores como Valencia, Guerra y Macálister Silva impidieron que ese anehaldo tercer gol llegara. La ansiedad les estaba jugando una mala pasada. Por su parte, Águilas tuvo algunas aproximaciones, pero sin tanta claridad.

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Al final el empate terminó siendo mejor negocio para los visitantes, que se repusieron de dos goles en contra y se llevaron un punto. En cambio Millonarios, que debía hacer respetar su localía, se quedó con las ganas de sumar tres puntos y sigue padeciendo cuando no tiene a todos sus titulares.

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