El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se convirtió en el centro de una polémica tras besar a una de las futbolistas en la celebración del Mundial.
La consagración de la Selección de España como campeona del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda quedó empañada por un acto polémico de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol. El dirigente, al parecer, se dejó llevar por la emoción que le causó el título de sus jugadoras y se pasó de la raya: primero haciendo un gesto obsceno en el palco del estadio de Sidney, y luego besando en la boca a la futbolista Jenni Hermoso, en la premiación.
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La polémica
En principio, Rubiales no le dio trascendencia a las críticas que recibió por el beso que le dio a Hermoso; hasta le dio palo a sus detractores.
“No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos. Es un pico de dos amigos celebrando algo, no estamos para gilipolleces. Es que es una cosa que no tiene ninguna maldad, es una tontería que haya gente que pierda tiempo en esto siendo campeonas del mundo”, fue el argumento que le dio Luis a la Cadena Cope de España.
Si embargo, su ‘pico’ de celebración no fue de agrado para la propia Jenni: “No me gustó”, dijo Jenni en una transmisión en Instagram.
El beso tampoco fue bien visto por algunos medios, como The New York Times (EE. UU.), que ayer calificó el hecho como “un desagradable recordatorio para muchos del sexismo que ha plagado al fútbol femenino”, aseguró.
El ministro de Cultura y Deportes de España, Miquel Iceta, también se mostró inconforme con Luis, y opinó que “a mí me parece inaceptable. Vivimos en un momento de derechos y de respeto hacia las mujeres. Entonces todos debemos ser especialmente cuidadosos en nuestras actitudes y acciones”, le dijo al medio Rtve. Hasta figuras del fútbol mundial y colectivos feministas en España pidieron su renuncia.
Le tocó disculparse
Al darse cuenta que el reclamo no fue de “idiotas o estúpidos”, como dijo Rubiales, al dirigente español le tocó ayer ofrecer disculpas a través de un video.
“Si hay gente que se ha sentido dañada, tengo que pedir disculpas. Y toca aprender. Cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación, tiene que tener más cuidado, sobre todo en este tipo de ceremonias“, dijo Rubiales, quien también se excusó por lo dicho a Cope.
“Estoy apenado porque, ante el mayor éxito de nuestra historia en el fútbol femenino, y en la historia general, esto haya empañado en cierto modo la celebración”, agregó el presidente.
No obstante, horas después la propia Jenni salió en defensa del dirigente. “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El ‘presi’ y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez (…) Hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante”, concluyó la jugadora.
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