Ramón Enrique Guerrero Roldán no pensó que devolverse al billar ‘La Huerta’ le costaría la vida la noche de este sábado. El hombre fue víctima de una mortal intolerancia a manos de un furioso sujeto, que lo apuñaló en medio del jolgorio que se respiraba en el establecimiento del barrio María Cano (Ciudad Bolívar).

Todo acabó para el hombre de 54 años cuando a los patrulleros del CAI Perdomo les llegó, por segunda vez en la noche, la alerta de un hombre herido, tirado en vía pública. Al llegar el cuadrante se percató de que el señor presentaba una cuchillada en el pecho.

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Sin dudarlo, lo montaron al vehículo policial. El único hospital cercano era el Cami de Bosa, así que el herido fue trasladado a este centro médico con un pronóstico poco favorable.
Guerrero falleció camino al hospital. Los galenos confirmaron su muerte sobre las 8:30 de la noche, hora en que comenzaron las indagaciones de lo que había ocurrido en aquel lugar.

Discusión y muerte en el billar

Un aspecto llamó la atención de este violento asesinato, y es que los empleados del billar ya habían llamado a la Policía momentos antes de que fuera perpetrado el crimen, por una riña que se había formado dentro de los muros del mismo establecimiento comercial.

“Había mucha gente por ahí tomando y todos se rebotaron dentro del lugar, tanto que vino la Policía y los sacó”, relató un vecino sobre lo que se vivió la noche del sábado.

Las autoridades, en efecto, llegaron al billar una primera vez y sacaron a un grupo de sujetos que estaban armando tremendo bonche, pensando que así evitarían que la gresca pasara a mayores.

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Pero, quién sabe si por terquedad u otros motivos que se desconocen, a las 8 de la noche volvió Guerrero al billar, atravesó las puertas del sitio (ubicado a mitad de cuadra de la Calle 62 sur con Carrera 75J) y dos extraños (tal vez con quienes había reñido antes) lo reconocieron y se le fueron encima con un cuchillo, apuñalándolo en varias oportunidades, esta vez sin mediar palabra.

“El señor quedó aquí afuera en la esquina, lo sacaron del billar ya todo golpeado. La Policía se lo llevó y más tarde volvió a revisar las cámaras de seguridad, buscando pistas de los tipos que lo jodieron”, añadió un vecino.

Se sabe que Guerrero era técnico de construcción. Las autoridades indagaron los antecedentes del hombre en busca de pistas y, según dicen, el señor tenía tres anotaciones por delitos de índole familiar y lesiones personales. Todo esto servirá para avanzar en el esclarecimiento de lo que pasó en el interior del billar, entre tacos, bolas y licor.

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