Caminando y hablando como si se tratara de un dolor de barriga, el señor Armando Rafael Rosales Quintana ingresó al Hospital de Bosa con una herida de bala en el abdomen.

Según los que le vieron esa noche el hombre estaba bien y estable, pero horas más tarde murió sin poder contar por qué lo habían baleado.

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Sobre las 8 de la noche del viernes una detonación se escuchó en los alrededores del barrio El Recreo. Los conjuntos de casas y las cámaras de seguridad grabaron el momento en que unos tipos en moto le pegaron un tiro al sujeto, dejándolo malherido en plena vía pública.

Un disparo en la noche

Cerca de las 8 de la noche y a las afueras del colegio Leonardo Posada, delincuentes que al parecer iban en moto le propinaron un tiro a Rosales, que en ese instante caminaba tranquilo sobre la Calle 72 sur con Carrera 92.

“Sólo se escuchó un tiro. No pensé que fuera de un arma, sonó como si hubieran echado un volador. Luego vimos una caravana de policías y ahí sí me pareció entender que se había tratado de un disparo”, relató a Q’HUBO una vecina.

Cuando le dispararon al hombre de 43 años, la Policía se aproximó y encontró al señor tirado sosteniéndose la barriga. A simple vista se veía bien, pues el herido se fue hablando con las autoridades y llegó sobre las 8:30 p.m. al hospital.

Lastimosamente en esa charla con el herido, este no manifestó en ningún momento el por qué le habían disparado en plena calle. Avanzada la noche ingresó a cirugía y los oficiales le dijeron que hablarían con él luego. Sin embargo, siendo ya las cero horas de ayer a la central entró una llamada del hospital diciendo que Rosales acababa de morir de un paro en medio del procedimiento, cosa que extrañó a las autoridades.

Y mientras el hombre sucumbía en la cirugía, la autoridades avanzaban en las investigaciones y lograron dar con el que sería el móvil del asesinato: “fue un ajuste de cuentas. Por lo que hemos podido conocer de este señor, habría un tema de actividades delictivas entorno a él, precisamente sería por un tema de microtráfico”, le contó a Q’HUBO un uniformado que atendió el caso.

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