Sobrevivir a un atentado en el renombrado barrio María Paz debería ser toda una proeza, pues los ataques que allí se presentan cada semana acaban regularmente en muerte. Este es el caso de un habitante de este sector, quien sobrevivió a un fuerte ataque a plomo que se presentó en una de las calles principales, aledañas a los muros elevados que encierran la Central de Abastos.

A una cuadra de la puerta 7, y sobre las 8:50 de la noche, un hombre de unos 20 a 25 años de edad deambulaba por las acera de la Carrera 83A con Carrera 40 bis sur, la cual colinda con la sede B del Colegio La Amistad. Pero curiosamente, lo que menos abunda en estos lares es ese valor, pues allí mismo casi matan al joven cuando fue increpado por otro furioso caminante, que traía las firmes intenciones de asesinarlo.

Por la noche esto es muy solitario, por esos lados generalmente se hacen consumidores o recicladores; pero eso uno no escucha nada hasta que se encuentra uno en la mañana con el chorrero de sangre y los rumores de la gente, porque los disparos aquí se confunden con muchos ruidos”, dijo una vecina, alejándose rápidamente.

Para las autoridades ha sido difícil determinar las causas de esta agresión, ya que no aparecieron allegados a la víctima; pero se presume que sería un atentado fallido que pretendía dejar sin vida al joven por disputas del control por el sector.

El muchacho, por su parte, pudo ser trasladado a la Clínica del Occidente con ayuda de las autoridades. Al cierre de esta edición, el herido estaba estable, a pesar de que la bala atravesó el costado derecho del dorso.

Pero las alarmas siguen prendidas en este punto. A dos semanas de los patrullajes de la Policía Militar, los homicidios no han cesado. Será una tarea ardua de las autoridades llegar al fondo de esta serie de confrontaciones, que ya han dejado una cantidad incontable de jóvenes fallecidos.