Un nuevo caso de sicariato se presentó la mañana de ayer en la capital del país. Esta vez el blanco del atentado fue un reconocido excomerciante de papa de Corabastos, quien era conocido en su momento como ‘El rey de la papa’.

Se trata de Claudio Javier Silva Otálora, quien tenía investigaciones en su contra por enriquecimiento ilícito, lavado de activos y testaferro. La víctima de 48 años ya había sido blanco de atentados en su contra de los que había resultado ileso. El último se registró en julio de este año, justo en el garaje del conjunto residencial en donde vivía, ubicado en Colina Campestre (Suba).

Una venganza…

“Yo salí a la tienda y escuché la frenada en seco de un carro más o menos a media cuadra de donde yo estaba. Pensé que se trataba de un accidente y cuando me di vuelta para ver qué había pasado vi una silueta y escuché la ráfaga de disparos y ahí los pocos que estábamos en la zona nos escondimos como pudimos. Luego se escucharon unas motos arrancar a toda velocidad y vimos que había una persona herida”, fue lo que le dijo ayer a Q’HUBO una vecina del barrio Mazurén que atestiguó el momento en que sucedió el despiadado ataque.

Según las primeras versiones, el hoy occiso se encontraba al interior de un vehículo en la
Carrera 53A con Calle 150A, en compañía de otra persona con quien habría estado conversando los últimos 30 minutos.

La conversación transcurría en calma cuando hacia las 10 de la mañana un automóvil verde se parqueó justo en frente del vehículo donde estaba Silva Otálora. Acto seguido entraron en escena 4 motocicletas, cada una manejada por un sujeto, quienes, sin mediar palabra, comenzaron a dispararle con fusiles.

El carro que se parqueó justo antes del ataque cumplió el objetivo de impedir cualquier atisbo de escape y fue así como Silva Otálora esta vez no tuvo escapatoria y murió en el sitio instantáneamente.

La policía reaccionó rápidamente y siguiendo indicaciones de testigos y el rastro de las motocicletas, empezaron la persecución de los responsables.

Cuando los bandidos se sintieron perdidos por el acecho de las autoridades, en hechos que
no se han establecido plenamente, abandonaron dos motocicletas y dos fusiles que fueron incautados por las autoridades. De los delincuentes no se supo más: les perdieron el rastro y finalmente lograron escaparse impunes tras cumplir su execrable misión.

El crimen de Silva, dicen las autoridades, se debe a una venganza, pues desde hace varios años unos exnarcos tienen una guerra cazada en Bogotá junto con un grupo de esmeralderos, y ‘El rey de papa’ ya había sido advertido de que su vida corría peligro.

¿Quién era la víctima?

Este medio registró el atentado que iba dirigido en contra de Silva Otálora la mañana del pasado 28 de julio, cuando en un conjunto residencial del barrio Colina Campestre, en la
localidad de Suba, uno de sus escoltas resultó muerto en medio del cruce de disparos.

Todo apunta a que los gatilleros entraron al conjunto burlando la seguridad y en el parqueadero comenzaron a dispararle a la víctima, quien estaba con sus escoltas. En medio del cruce de disparos, uno de los trabajadores del ‘Rey’ murió.

Silva Otálora había pertenecido al CTI y al DAS en la década de los 90. En 2011 fue extraditado a Estados Unidos acusado por una corte de Nueva York por el delito de lavado de activos.

Además, según autoridades, tenía una estrecha relación con ‘El loco’ Barrera, con quien logró
constituir un complejo entramado de narcotráfico. Su deceso estaría relacionado con la cruenta guerra entre carteles de estupefacientes y esmeraldas que libran sus sangrientas batallas en las calles de la capital.

Asimismo, se supo que ‘El rey’ era propietario de lujosas propiedades y entre sus adquisiciones, que ya estaban en la mira de la Fiscalía, se encuentra una casa de campo ubicada en La Dorada (Caldas), un predio conocido como ‘El Guante’, ubicado en Zipaquirá, un lote llamado ‘Campo Alegre’, de 5.000 metros cuadrados, y otro conocido como ‘El Pino’.

El hombre que tenía mucho dinero también se dice que tendría más bienes que la Fiscalía no habría identificado aún, como el carro en el que fue asesinado.  

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