En Usme Pueblo, una vereda tranquila y llena de vegetación y gente humilde, el rumor de una muerte violenta se esparció este domingo. Las calles repletas de gente que iniciaba ayer la semana, no dejaban de ser recorridas por el rumor del asesinato del ‘Ñaña’, como le decían de cariño a un migrante trabajador que se había ganado el corazón de los habitantes del pueblo, a excepción de un temible sujeto, que lo acabó matando.

Se trata de la muerte de Jhonny Javier Salas Gómez, un muchacho de Venezuela a quien le arrebataron la vida a sus cortos 30 años.

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Frente a la tienda donde lo apuñalaron de manera vil, siguen los rastros de su sangre seca, esa que todos los caminantes del pueblo miraban al pasar. Curiosamente ‘Ñaña’ fue asesinado de la misma manera como él se ganaba la vida a diario, en el único matadero del pueblo.

Una sola puñalada en Usme Pueblo

Las causas de la pelea son aún desconocidas para aquellos que trabajaban con el joven, y también para las autoridades. Lo cierto es que bastó una sola puñalada para acabar con su vida.

“Eso fue como a las 5 de la madrugada, al pelado le decían el ‘Ñaña’, era un venezolano que llevaba tiempo trabajando en el matadero del pueblo. Lo que sabemos es que el ‘mancito’ estaba frente a una tienda y tuvo un altercado con otro tipo, que le pegó la puñalada. Así sería el cuchillo que lo acabó casi de una”.

“Rápidamente llegaron los del CAI y lo llevaron al hospital del pueblo, pero más tarde dijeron que había muerto. Le dieron en el pecho, así que era muy difícil que se salvara. Quedamos ‘jodidos’, porque él era compañero nuestro, y que yo supiera él nunca había generado problemas por aquí”, narró a Q’HUBO un colega del matadero del joven.

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A ‘Ñaña’ alcanzaron a ayudarlo los uniformados del CAI Usme Pueblo, quienes se apuraron con desespero a llevarlo desde la diagonal 136 Bis Sur con carrera 14, hasta el Cami de Usme, mientras aún respiraba. Pero sobre las 5:50 de la mañana del domingo el muchacho dejó este mundo, y con él muchas intrigas, no solo entre la comunidad, sino también entre las autoridades.

“No sabemos si la pelea estuvo relacionada con cosas del trabajo, ya que a él lo apuñalaron al frente de la ‘Districarnes El Triunfo’; el caso es que el que lo hizo lo dejó tirado y se voló, no lo pudieron coger y la gente que supuestamente escuchó la pelea no pudo identificarlo. Da ‘embarrada’ su muerte, porque nadie merece caer así”, agregó otro trabajador frente al matadero donde laboraba Javier o ‘Ñaña’.

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El homicida sigue siendo buscado por las autoridades dentro y fuera del pueblo, con la ayuda de los pocos testigos. Mientras tanto, su crimen está en boca de todos los lugareños, quienes al preguntarle por lo ocurrido esa madrugada les bastaba mirar a cualquier vecino y preguntar: ‘¿cómo es que se llamaba el venezolano al que mataron?’, y rápidamente cualquiera puede responder: ‘era el Ñaña’.

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