Amanecía ayer en la cumbre del barrio Quintas de Santa Ana, en el vecino municipio de Soacha, y varios vecinos se encontraban todavía departiendo, entre ellos una pareja que habitaba una pequeña casa del barrio, frente a la cual se acabaron peleando casi a muerte.

A las 10 de la mañana la comunidad recibió la visita del CTI del municipio, pues el hombre había fallecido a causa la cantidad de puñaladas que su propia compañera sentimental le había propinado.

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Un tinte de conmoción se vive ahora en este punto de la Comuna 1 de Compartir. Los vecinos habían notado varias discusiones entre la pareja implicada, pero nunca pensaron verlos al punto de que ambos quedaran gravemente heridos.

Y a pesar de que la joven que sobrevivió a la violenta riña está en calidad de capturada, su estado de salud es incierto.

Del amor al odio

Fue a las 9 de la mañana que la central de Policía de la estación Compartir recibió el llamado de los vecinos alertando sobre la riña entre la pareja, en la Calle 34 Sur con Carrera 13. De acuerdo con versiones en el lugar, tanto Rafael Ricardo Ramírez Barbosa (de 38 años) como su pareja permanente, Amy Lee Bejarano Durán (de aproximadamente 28), habían estado bebiendo alcohol momentos previos de la gresca.

De un momento a otro, los gritos empezaron a crecer y las agresiones a relucir. De alguna manera, ambos se apuñalaron mutuamente, con una sevicia que hacía olvidar que hace poco eran amantes. Cuando las autoridades hicieron presencia, los daños ya estaban hechos; sin embargo, persistieron en intentar salvar las vidas de los heridos.

Las patrullas pudieron traslados juntos a la Clínica San Luis, pero las seis heridas que llevaba en su cuerpo Ricardo Ramírez no le dieron oportunidad: cuatro puñaladas en el tórax y una en cada axila. Entre tanto, Amy Lee entró al hospital con dos heridas en la parte derecha del cuello. Según una allegada, ella está grave.

Mientras se recupera la joven, las autoridades ya le tienen lista la orden de captura por el homicidio de su pareja, a quien habría matado por un tema pasional que escaló a la desesperación. Hasta el momento, se desconocen los orígenes de la riña. Los vecinos quedaron sorprendidos con lo ocurrido, algunos comentaron: “yo vivo cerca a esa casa, ¡qué pesar! Yo sí los veía pelear mucho, pero nunca pensé verlos en esta situación. Ojalá la vecina se recupere”.

Del fallecido se sabe que tenía un hijo, quien también lamentó su prematura partida. El cadáver del hombre fue llevado a Medicina Legal para ultimar las labores de criminalística.
La sangre de la pareja quedó tiñendo la calle donde habitaban y donde los residentes siguen sin creer lo ocurrido. Uno de ellos cerró diciendo: “por favor más tolerancia y diálogo, o si no, lo mejor es cada uno coger por su lado antes de que pasen estas cosas”.

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