Sobre las 8:00 p. m. del sábado se perdió por completo la calma en el barrio Lombardía de Suba a causa del sicariato de un motero.
El sonido de dos disparos dejó en silencio a los moradores que se encontraban en sus hogares y negocios aledaños. Quienes estuvieron presentes contaron que los gritos de la acompañante del motociclista asesinado ensordecieron por completo a los transeúntes. “¡Lo mataron, lo mataron!”, se escuchó como un eco, así que varios salieron para ver qué ocurría y se encontraron con un terrible sicariato .
Los hechos…
El pasado 14 de octubre sobre la calle 142 con carrera 107 una moto, en la que se movilizaban un hombre de chaqueta de cuero y zapatillas finas con una mujer, era seguida de cerca por otro vehículo motorizado, en el que iban dos hombres. La persona que iba de parrillero, con una precisión aterradora, disparó dos veces a la cabeza del conductor de la chaqueta de cuero. Las balas atravesaron el casco como si de un algodón se tratara.
El conductor, moribundo, avanzó unos metros y cayó al piso; una de sus piernas quedó en la moto cuando dio su último suspiro y cayó al piso.
La dama que lo acompañaba quedó estupefacta y en cuestión de segundos inundó el aire con sus gritos. El líquido hemático que brotaba de la cabeza del motero aterrorizó a más de uno.
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“Eso fue impresionante, le salía y le salía sangre. De hecho, si uno va hasta las maticas dónde cayó, todavía se puede ver la sangre fresca. El problema es que eso se volvió el pan de cada día”, aseguró una de las residentes de la zona.
Minutos después, la hermana del occiso llegó. “¡Hagan algo!”, decía, pero ya era demasiado tarde. Una ambulancia estaba en la zona y al ver los hechos bajó la camilla, pero él ya no estaba en este mundo.
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