Piezas únicas, muchas de ellas, de las épocas más brillantes de sus creadores, hacen parte de la nueva subasta que se prepara en Bogotá y que se vivirá el próximo 21 de marzo.
Se trata de la nueva subasta de Bogotá Auctions, que cuenta con 300 piezas de Moda Vintage con obras de Christian Dior, Prada, Gucci, Chanel, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent, Burberry, Ferragamo, Missoni, Emilio Pucci, Armani, Ferro, Hermés, Miriam Haskell, Nina Ricci, Carolina Herrera.
Además, obras de grandes creadoras colombianas, como la barranquillera Silvia Tcherassi, así como Pepa Pombo, Amelia Toro, Beatriz Camacho, Adriana Santacruz, entre otros.
Para los interesados en participar, la exhibición de las piezas, abierta al público y con entrada sin costo en la sede de Bogotá Auctions (Calle 70 # 10 A – 59), se encuentra abierta de lunes a viernes entre las 10 de la mañana y 6 de la tarde.
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Los sábados a partir de las 11 de la mañana a 5 de la tarde. También se puede apreciar en la plataforma de Bogotá Auctions (https://www.bogotaauctions.com/es), a través de la cual es posible participar de la subasta, que será totalmente virtual.
Se trata de una subasta que reúne un siglo de historia de la moda y con la cual Bogotá le sigue los pasos a París, que ha sido pionera en subastas de moda vintage.
Durante los diez años, que celebra en 2024, Bogotá Auctions, ha realizado cuatro subastas de Moda Vintage; esta es la quinta y la pieza mejor subastada hasta ahora ha sido un bolso Chanel vendido en el exterior.
De acuerdo con Charlotte Pieri, directora de Bogotá Auctions, “las piezas más antiguas: un lote de tres piezas de zapatos de 1911, un par de botines de 1925, una espectacular colección de sombreros de los años 30; un abrigo y algunos vestidos de los años 50.
La mayoría de las piezas son de los años 80. Algunas son de diseñadores colombianos famosos como Silvia Tcherassi, Pepa Pombo, Amelia Toro, Beatriz Camacho, Adriana Santacruz”.
Pieri afirmó que hay tanto ropa como accesorios: sombreros, bolsos, cinturones, gafas, guantes y objetos en plata como porta labial, llavero, corbatas…bijouteria de marcas como Miriam Haskell.
En la mayoría de los casos, son herencias, personas que se mudan, pero también gente que quiere reciclar.
Además habrá prendas para hombres como sombreros, abrigos, zapatos Ferragamo, una colección de pañuelos de seda.
Para la ropa hay lotes de Missoni, Emilio Pucci, Armani, Ferro, Hermés, Nina Ricci, Carolina Herrera y de las colombianas ya mencionadas. Para los bolsos, encontrarán a Prada, Gucci, Chanel, Yves Saint Laurent dentro de los más famosos.
En relación con la modalidad de la subasta, cien por ciento virtual, la directora de Bogotá Auctions manifiestó que siendo tan extensa la cantidad de lotes (unos 300), es más fácil acercarse bien sea de manera presencial o a través de la web, conocer la exposición y después pujar desde la comodidad de la casa.
La herramienta digital es muy común para el público joven y permite llegar al público internacional.
Carla Sigismund, experta del departamento de artes decorativas y diseño de Bogotá Auctions comentó que el “cambio relevante este año que hemos visto sobre todo en Milán, Londres y París, ciudades en las cuales, en los almacenes vintage vemos los viejos abrigos de piel que tienen 60 o 70 años”.
“Hoy por hoy, y después de una gran protesta ecológica en los años 80 (eso ya pasó), las jóvenes han decidido volverse a poner abrigos abandonados hace medio siglo en los armarios de las abuelas. A ponerse con jeans y tenis. En vez de botarlos, se vuelven a poner y los transforman. (Kate Moss se acaba de poner un abrigo negro). Es una tendencia reutilizar las piezas. Hoy los abrigos son sintéticos. Ese fenómeno está clarísimo en Europa”, precisó.
La famosa gabardina ha perdurado durante más de 150 años como una prenda emblemática que sigue siendo relevante en cada temporada.
Originada en el ámbito militar, fue reinventada por Thomas Burberry después de un encuentro con un pastor en un día lluvioso. Impresionado por la impermeabilidad de la prenda del pastor, Burberry indagó sobre su tejido, descubriendo que era tratado con una mezcla especial.
Inspirado por esta técnica, comenzó a utilizar hilo impregnado en la misma mezcla permitiendo ventilación bajo la ropa.
El bolso mochila Mabillon de cuero Epi rojo de Louis Vuitton hace parte de la colección Louis Vuitton Epi Leather que se presentó por primera vez en 1985 y se creó para responder a la demanda de cuero más duradero necesario en las condiciones de viaje modernas.
VINTAGE, NO RETRO
Sigismund hizo énfasis en la importancia de no confundir “moda retro” con el término adecuado para esta subasta que es ‘moda vintage’ (término heredado del mundo de la enología).
“La moda retro es una copia del pasado, una copia de lo viejo (hecho ayer o ahora). La moda vintage es original y abarca todo el siglo 20, y es por eso que tanto en Colombia como en el extranjero”, advirtió.
Sostuvo que “hoy por hoy la moda es muy ecléctica, muy democrática y libre la escogencia de ponerse las cosas. Diseños atemporales que pueda lucir cualquier persona. Buen estado de conservación de las piezas, algunas piezas no utilizadas. Reutilización de las piezas, intercambios de piezas en particular entre jóvenes”.
Hay muchas piezas anónimas también, especialmente hechas en los años 50 y 60 que tienen un valor histórico y buena conservación, con modelos copiados a veces de grandes diseñadores.
De acuerdo con Sigismund, el placer de redescubrir piezas olvidadas y únicas, lucir piezas con historias. También la satisfacción de usar materiales finos (en este movimiento en contra de la fast fashion). Toma de conciencia ecológica, son materiales finos aun entre en juego a finales del siglo 20 la viscosa.
Igualmente la oportunidad de hacerse a marcas de lujo a precios pequeños. Globalización con lo que implique el maltrato de gente (niños), que contienen mucho plástico.
Pieri dijo que la pieza más pequeña podría ser un monedero en electro plata (baño de plata) Art Nouveau y un porta labial en plata y onix italiano con el espejito incorporado.
Mientras que la pieza más grande probablemente es una maleta colombiana roja de los años 50 y algunos bolsos de marca de los años 90, de gran tamaño. (Como era la moda en ese momento).
Hay piezas por debajo de los $100 mil y el precio más alto es de un $1,5 millón para un bolso de diseñador.
“Hay un mercado internacional del vintage existente desde hace años que nos permite tener referencias; pero hemos hecho un esfuerzo de más para tener precios muy atractivos porque sabemos que el mercado del vintage no está desarrollado aquí como en otras partes del mundo. La demanda no está todavía tan alta y por lo tanto los interesados podrán acceder a grandes oportunidades”, resaltó Pieri.
Redacción Colprensa.
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