En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Sueño, que se celebra este 15 de marzo, es crucial recordar la importancia de cultivar hábitos de descanso saludables para promover el bienestar físico, mental y emocional de las personas.
El sueño desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de una adecuada salud y calidad de vida. No se trata solo de un período de descanso pasivo, sino de un momento vital en el cual el cuerpo trabaja incansablemente para apoyar una función cerebral saludable y mantener la salud física en óptimas condiciones.
Desde la infancia hasta la edad adulta, el sueño influye significativamente en el rendimiento y en la capacidad para afrontar los desafíos cotidianos. Algunos beneficios para la salud y el bienestar derivados del sueño incluyen la restauración y reparación de tejidos, la consolidación de la memoria y la regulación de las funciones metabólicas.
Es crucial asegurar un tiempo adecuado de descanso para cada grupo de edad. Las horas sugeridas varían, desde las 12 a 16 horas diarias para bebés de 4 meses a 1 año, hasta las 7 a 9 horas diarias recomendadas para adultos.
Sin embargo, estas recomendaciones deben ir acompañadas de una serie de hábitos saludables. Es fundamental crear un entorno propicio para dormir, evitar comidas pesadas antes de acostarse, limitar la exposición a pantallas y alejar los dispositivos electrónicos de la habitación.
Además, mantener una rutina constante y moderar el consumo de bebidas estimulantes como café, té, chocolate y bebidas energizantes es esencial para promover un sueño reparador.
En resumen, dedicar tiempo y esfuerzo a la adopción de hábitos de sueño saludables puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar general. En este Día Mundial del Sueño, recordemos la importancia de cuidar nuestra salud a través de un descanso adecuado y reparador.
Tipos de trastornos del sueño:
El insomnio y la hipersomnia representan trastornos del sueño que afectan significativamente la salud y el bienestar de las personas. Mientras el insomnio se caracteriza por dificultades para conciliar o mantener el sueño, la hipersomnia se refiere a una somnolencia excesiva durante el día. Ante la presencia de cualquiera de estos trastornos, es fundamental implementar acciones de higiene del sueño y buscar orientación médica adecuada.
La doctora Alexandra Vega, gerente médica y de farmacovigilancia de Genfar, destaca la importancia de abordar estos trastornos de sueño de manera oportuna. La privación crónica del sueño puede tener graves repercusiones en la salud mental y física, incluyendo problemas de atención, memoria, estado de ánimo, y capacidad para manejar el estrés. Además, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, así como contribuir a la aparición de depresión y ansiedad.
La variedad de factores que pueden influir en la calidad del sueño es amplia, desde el estrés y la ansiedad hasta los horarios de trabajo y las distracciones tecnológicas. Por ello, es crucial identificar y abordar estos factores para mejorar la calidad del descanso nocturno.
En este Día Mundial del Sueño, la doctora Alexandra Vega invita a priorizar una higiene del sueño saludable como parte integral del cuidado de la salud. Esto incluye prestar atención a factores físicos, psicológicos y sociales que pueden afectar el sueño, como el dolor, la temperatura, la luz, el estrés, la ansiedad, los horarios de trabajo y las actividades sociales.
Redacción Q’hubo Bogotá + Colaboración IA
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